Opinión: la importancia de contemplar los aspectos psicológicos en la toma de decisiones sobre la prevención del Covid-19

Desde el comienzo de la pandemia estamos en un estado de sobreactivación constante, manifestándose en un estado de alerta física y emocional. Nos encontramos atravesando una situación cargada de incertidumbre, donde lo que está en juego es nuestra supervivencia. Estas características contextuales hacen que la experiencia sea traumática y genere una respuesta de estrés.

Por ello, es fundamental el manejo adecuado de la información y transmisión de decisiones para no causar mayor sensación de descontrol, estrés y generar efectos traumáticos innecesarios.

El cambio brusco de una fase a otra provoca un efecto altamente estresante. Si bien son medidas necesarias, las mismas se pueden aplicar teniendo presente que los efectos traumáticos se pueden prevenir, y así trabajar en amortiguar el impacto a nivel psicológico que pueden tener. Los cambios abruptos de medidas tienen que ser transmitidos de forma gradual y contemplando las distintas situaciones en las que puedan encontrase en ese momento los sujetos. Esto permite considerar un mínimo de tiempo necesario para poder activar de manera reflexiva los mecanismos de adaptación, de lo contrario el cambio brusco sin un lapso –aunque sea breve- de tiempo para reacomodarse, genera respuestas impulsivas que terminan poniendo en mayor riesgo a la sociedad.

Así mismo sería importante contar con un protocolo de actuación desde el ámbito psicológico, que brinde información de los pasos a seguir cuando se detectan casos sospechosos de COVID 19, que contemple la contención emocional para la persona afectada y su entorno cercano desde el primer momento. Es de relevancia actuar de forma preventiva priorizando no solo las consecuencias a corto plazo, sino a mediano y largo plazo.

La salud psicológica debe ser también una prioridad, toda situación con una carga elevada de estrés, sostenida en el tiempo y cargada de ambigüedad genera un debilitamiento en la respuesta del sistema inmunológico. Esto predispone a mayor probabilidad de contraer cualquier enfermedad, lo que también afectaría directamente en la saturación de los sistemas de salud.

Las consecuencias psicológicas de la pandemia podrían terminar siendo más nocivas que la pandemia misma, dejando un nivel elevado de trastornos psicológicos graves.
Si se niega el impacto psíquico y emocional que el manejo inadecuado de información y transmisión de decisiones trae aparejado, el cuidar de la salud de todos se transforma en lo contrario.

El estrés es una particular relación entre la persona y el ambiente, en donde las demandas agotan o exceden los recursos personales. Se sabe que, a mayor sensación de control interno de la situación estresante, el manejo de esta es más eficaz. Por eso es necesario transmitir la información de manera clara y contemplar las consecuencias psicológicas que pueden llegar a provocar, para poder también dar respuestas a las mismas.

Uno de los factores que caracteriza a la pandemia es la falta de control y la incertidumbre, estos componentes transforman a la experiencia en altamente estresante y riesgosa para la salud física y psíquica. Por lo tanto, no podemos negar la importancia de la salud psíquica para sobrellevar esta situación.

Categorías: Noticias