Rodríguez Saá deslumbró con su exposición sobre el aborto no punible

Tras un repaso histórico sobre las distintas “generaciones de derechos humanos”, destacando obviamente los de 4ta generación que el tanto promovió durante su última gestión como gobernador, Rodríguez Saá contó que la muerte del coronel Juan Pascual Pringles se produjo frente a una bandera que decía “religión o muerte”

“Y cuando entró Facundo y sus soldados con la bandera de ‘religión o muerte’, el pueblo de San Luis los abrazó y dictó en la Constitución el estatuto provisional de 1832 que establece la pena de muerte por disidencia política y por no pertenecer a la religión Católica Apostólica Romana, que el estatuto dice que es la única y verdadera; hasta que se dictó la Constitución Argentina’”, dijo el ex gobernador, antes de esgrimir por primera vez la que luego se convirtió en su muletilla durante toda la jornada. “Nosotros los puntanos tenemos que tener una actitud receptiva hacia los derechos humanos. No matemos a Juan Pascual Pringles de nuevo”, dijo una y otra vez.

Ya centrándose en el tema en cuestión, Rodríguez Saá clasificó como una “extraordinaria iniciativa” los proyectos de los diputados José Giraudo y Fidel Haddad para que se dicte un protocolo para la aplicación del aborto no punible, en base al fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. “Cuando yo veo que nos estamos peleando, nos estamos ofendiendo, nos estamos enojando, estamos incorporando el fundamentalismo, vamos a matar de nuevo a Pringles. Pongamos las cosas en su lugar. Estamos hablando de un fallo de la corte acerca del aborto no punible”, subrayó el dirigente.

Otro punto que Rodríguez Saá enfatizó fue que “siempre, en la historia de estos temas, en que se judicializó el caso, (la Justicia) llegó tarde”. Como ejemplo, sacó a colación 2 casos de embarazos por violación a menores, ocurridos en Estados Unidos en la década del 70, los cuales, ante la tardía reacción de la Corte Suprema de aquel país, motivaron a que se dicte un protocolo sobre el tema. “Debemos pronunciarnos porque esto siempre pasa y va a seguir pasando y la solución jurídica llega tarde”, observó el ex mandatario.

“Para mi es una resolución histórica, que debe unir a los argentinos y hacernos pensar en el cumplimiento de la ley. El fallo analiza el caso frente a la Constitución y analiza el caso frente a la valoración diferente que pueden hacer otras opiniones y toma la resolución histórica de decir, ‘señores, está en la ley. El aborto no punible existe en el Código Penal desde 1921’”, dijo Rodríguez Saá, quien inmediatamente agregó que en la Argentina se viene “actuando con una conducta ‘contra legem’, contraria a la ley”.

Abriendo un nuevo paréntesis, el ex gobernador contó que cuando era abogado en los 80s, llegó a su estudio una madre “desesperada”, cuya hija intentó hacerse un aborto no punible en el hospital público de San Luis, “y le cerraron la puerta en la cara”. Esa chica fue a una curandera y, “por supuesto”, sufrió infecciones y pérdidas de sangre. Cuando retornó al hospital para ser atendida por estos problemas, la joven fue derivada al juez del Crimen, quien le decreta prisión preventiva. “Como siempre ha pasado, las víctimas se convierten en victimarias frente al poder que administra los derechos humanos”, reflexionó “el” Alberto.

“Todo este mecanismo es perverso. La Corte establece y desnuda esta situación, la hipocresía, la burocracia que se ha establecido para aplicar la ley. La Argentina ha sido reiteradamente condenada por los organismos internacionales por violación a estas normas, por burocratizar el sistema, por constituir una cultura contra legem. Entre los principios de los fallos de la Corte está la igualdad de la mujer frente al hombre. El hombre es dueño de su cuerpo y la mujer también es dueña de su cuerpo. La viabilidad del chico la determina la madre”, dijo Rodríguez Saá en uno de los momentos más inspirados de su exposición.

De ahí en más, el ex gobernador intercaló argumentos sobre la
importancia de que el proceso se realice en los hospitales públicos con un decreto promulgado en 2006, durante su primera gestión, que creaba una comisión de bioética que nunca llegó a funcionar plenamente. “Mujer de clase media o alta, no tenés problemas, viajás y te lo hacés (al aborto) en otro lado. Mujer pobre, sí tenés problemas. Entonces, establecimos lo siguiente: si aparece un caso de aborto no punible, el hospital público tiene que cumplir la ley. Que esté en el ámbito del hospital público es fundamental. Establece el derecho de igualdad”, comentó Rodríguez Saá, también recordando que se creó un registro de objetores de conciencia para que el profesional de la salud que no desee llevar a cabo tal procedimiento nunca lo haga. “Por favor, nadie tiene derecho a controlar al otro. La madre es la que decide”, destacó.

“Tenemos que saber que mi hermano piensa distinto que yo. Todo lo demás, se llama fanatismo, se llama intolerancia y si todos tenemos un bichito de fanático e intolerante, tenemos que tratar de combatir este bichito para que florezca en nosotros el espíritu de compresión y de armonía. Que más bueno que respetar al otro”, dijo el ex gobernador, ya hacía el final de su alocución.

Por último, como si fuera una indirecta a Claudio Poggi, mencionó que el fallo de la Corte pide “procedimientos y protocolos que son iniciativa del Ejecutivo”, resaltando que el dictado de una ley puede “generar algún recurso de inconstitucionalidad”, como ya ha ocurrido en otras provincias. “Pido que no judicialicemos esto. Que le busquemos la vuelta”, concluyó “el” Alberto, quien terminó siendo aplaudido hasta por sus más fervientes opositores, salvo por los grupos de jóvenes fundamentalistas, quienes terminaron gritándole hasta genocida, lo que provocó la prontísima retirada del político.

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