“A mi hermano, el 27 de febrero, le pegaron un tiro en la cabeza y estuvo en terapia hasta el 11 de marzo, que falleció”, contó una de las mujeres que concurrió a la marcha.

El martes a la mañana, unas 25 personas participaron de la última marcha organizada por la fundación Madres del Dolor. Partiendo desde Illia y Lafinur, la marcha, con su eterno reclamo de pronta justicia, llegó al Poder Judicial a eso de las 11.30. 

“No se ha esclarecido nada. A mi hermano, el 27 de febrero, le pegaron un tiro en la cabeza y estuvo en terapia hasta el 11 de marzo, que falleció. No hay ningún detenido, las personas siguen prófugas”, dijo Laura Cuello, hermana de Beto Cuello, una de las tantas víctimas que todavía espera Justicia.

De acuerdo a lo que contó Laura, su hermano Beto estaba en el cumpleaños de un matrimonio amigo. Allí, se desató una furiosa discusión entre dos personas, unas de las cuales vivía a la vuelta de donde era la fiesta y llamó a su hermano, pidiéndole que le trajera su arma. Beto y el dueño de la casa intercedieron para que la discusión no terminara en peores, pero, de igual manera, el primero terminó recibiendo un disparo en la cabeza.

“César Díaz fue la persona que le disparó. Estaba solo separando, no era el que estaba discutiendo. Le disparó, se escapó y tuvo tiempo de sacar todos los muebles de la casa, pagando un flete y todo. No es que le pegaron el tiro y se fueron”, concluyó Laura, indignada por la lentitud de la Justicia puntana.