Un grupo de Madres del Dolor fue a realizar pintadas frente al edificio del Poder Judicial, precisamente sobre el pavimento de calle Rivadavia. Pero mientras remarcaban las letras de las pintadas fueron increpadas por unos policías que habrían sido avisadas por la concejal Zulema Rodríguez Saá.

El objetivo de la pintada era manifestar el descontento de las Madres del Dolor con la Justicia en el cuarto aniversario de la muerte de Franco Escobar.

Según narró Graciela González, titular de Madres del Dolor, “una funcionaria” pasó mientras estaban realizando las pintadas y 15 minutos después llegó la Policía. Aunque González no la nombró, se pudo saber que la funcionaria es la concejal oficialista Rodríguez Saá.

“Llegaron tres policías, pero desesperados, como si estuviéramos prendiendo fuego el Poder Judicial, diciéndonos con qué autorización nosotros estábamos pintando”, relató González. 

González contestó a los tres policías que su autorización era la de haber perdido a un hijo “y que la Justicia no haga nada”. Los efectivos policiales continuaron discutiendo con las Madres con el objetivo de que se continuara con las pintadas.

“Oh casualidad a los cinco minutos llegaron con la pegatina del señor Alberto Rodríguez Saá, empezaron a pegar. Uno de los chicos, muy amable, se acercó y me dijo: ‘ustedes no vayan a pegar porque nosotros les vamos a tapar’. ‘No’, le digo, ‘nosotros no necesitamos pegar’. Tenemos un solo fin que es la lucha por nuestros hijos”, narró la madre del dolor.  

Dado el encuentro con los muchachos de la pegatina oficialista, González les preguntó a los policías si los chicos tenían autorización para pegar los carteles de campaña.

“No nos supieron contestar. Nosotros nos estamos autorizados, pero ellos si (los chicos). Es una falta de respeto porque si la señora funcionaria pasó, se hubiera bajado. No somos revolucionarias, lo único que pedimos es justicia y verdad”, reflexionó González.