Cinco niñas, la vicerrectora del establecimiento, María Virginia Farías, y la docente Jésica Sabrina Brancal perdieron la vida en el lugar del hecho, mientras que otra nena, Paula Quiroga, murió horas más tarde, en el Complejo Sanitario San Luis. Al momento de escribir estas líneas, más de 30 alumnas permanecían internadas en los hospitales de la provincia, 3 de ellas en terapia intensiva. Como mínimo, dos niñas debieron sufrir amputaciones para salvar sus vidas.

Las niñas viajaban a la localidad de Cazador a realizar una misión por el Día de los Difuntos. Allí iban a entregar donaciones conseguidas con mucho esfuerzo, compartir un día con los humildes niños de la zona y participar de una misa que iba a dictar el padre Daniel Pérez.

De acuerdo a Heidi Tunezi, una adolescente de la zona que, por el momento, es la testigo ocular más importante del accidente; el colectivo “se abatató” cuando estaba por cruzar las vías del tren. Otras versiones dan cuenta de que el vehículo habría sufrido algún tipo de desperfecto cuando redujo la velocidad para cruzar las vías y quedó varado en medio de ellas.

Según América Latina Logística (ALL), el tren, que transportaba principalmente carbón, iba a 15km. por hora cuando embistió al colectivo. Intentó frenar, pero no pudo hacerlo a tiempo. La empresa también destacó que, “en el momento de la colisión, la visibilidad era buena” y “el cruce estaba correctamente señalizado, con una cruz de San Andrés y cartelería de vialidad”. De todos modos, la ausencia de medidas de seguridad más efectivas, como barreras y semáforos, parece ser un reclamo constante por parte de los vecinos de Zanjitas.

“Íbamos cubriendo a los muertos y sacando a los que estaban vivos”, contó Rodolfo Campos, un trabajador de la zona que terminó convirtiéndose en uno de los primeros socorristas. Su relato, al igual que el de muchos otros vecinos de Zanjitas, parece sacado de una película de terror, dando cuenta de las terribles heridas y mutilaciones que sufrieron las niñas del Santa María, cuyos cuerpos quedaron repartidos a lo largo del tendido férreo.

Media hora después comenzaron a llegar la Policía, los Bomberos y los servicios de emergencia. Alrededor de las 14.30, todos los heridos ya habían sido retirados del lugar del accidente y solo quedaban los cuerpos de las víctimas, los cuales fueron retirados dos horas después, cuando el equipo del Juzgado del Crimen N° 1 terminó de hacer las pericias correspondientes. Por parte del Gobierno provincial, fue el ministro de Educación, Marcelo Sosa, uno de los primeros en acudir.

Durante ese lapso de dos horas, la incertidumbre y el silencio de las fuerzas policiales hicieron mella en los medios menos profesionales, los cuales comenzaron a decir que había desde 8 hasta 12 desaparecidos. Al finalizar la jornada de ayer, todo parecía indicar que estos “desaparecidos” eran en realidad las víctimas fatales del accidente que no figuraban en las listas de los hospitales que habían recibido a los heridos. Otras rumores de los que algunos medios se hicieron eco aseguraban que el colectivero saltó del vehículo antes de que este fuera embestido, algo que terminó siendo rotundamente falso, ya que el hombre también resultó herido.

Alrededor de las 17.30 horas comenzó el operativo para remover el colectivo de las vías del tren. Primero, se ensamblaron los grupos de vagones que, tras el accidente, habían sido separados a ambos lados de la ruta, para así darle lugar a la grúa que finalmente quitó al colectivo del trazado férreo. Gracias a este operativo, el cuerpo sin vida de la vicerrectora de la institución, María Virginia Farías, pudo ser rescatado.

De a poco, el lugar del accidente se empezó a despejar y la tragedia se trasladó definitivamente al Complejo Sanitario San Luis, donde se vivieron momentos de profunda tristeza cuando los padres tuvieron que reconocer los cuerpos sin vida de sus hijas. Allá, en Zanjitas, solo quedaron las
vías cubiertas de sangre y las hermosas tarjetitas que las alumnas del Santa María le querían regalar a los niños de Cazador que hoy rezan por ellas.


El lugar del hecho se vio cubierto de medios, curiosos, y personal de seguridad y salud.


Personal de Seguridad y del juzgado N° 1 trabaja sobre los costados de las vías.


Vidrio es lo único que quedó en el lugar donde se produjo el impacto.


El colectivo embestido por el tren fue arrastrado casi 300 metros campo adentro. Foto de Oscar Flores.


El colectivo y el tren vistos de frente. Foto de Oscar Flores.  


Dos vecinos de la zona que socorrieron a las niñas. 


Las pertenencias de las niñas fueron puestas en bolsas negras antes de ser llevadas.


La Morguera Policial se lleva los primeros cadáveres.


El colectivo siendo levantado por la grúa. Foto de Guadalupe Ortiz.


Tarjetas que las niñas del Santa María le iban a dar a los chicos de Cazador. Foto de Guadalupe Ortiz.