Luego de padecer una relación en la que fue golpeada reiteradas veces por el periodista, ella tuvo el coraje de ponerle fin al noviazgo. Desafortunadamente, la pesadilla que padecía no termino allí, ya que ahí nomás comenzaron las llamadas y los mensajes de texto en tono amenazador, incluso de muerte, de Piquillen a su ex pareja. Tanto las llamadas como los mensajes, los realizaba en varias ocasiones en el transcurso de un día.
Pero la noche del 24 de noviembre, Piquillen incurrió en su primer acto de violencia física contra las mujeres desde que se separó. El periodista interceptó a su ex pareja en un kiosco a pocos metros del domicilio de ella. Al ver que la amiga de su ex los observó, tomó a la joven violentamente del brazo y se la llevó.
Piquillen y su ex novia se quedaron en la puerta del domicilio de la joven, mientras que la amiga entró. Pasaron aproximadamente 20 minutos y la amiga fue a asegurarse que la ex pareja del periodista estuviera bien. Ante la situación, Piquillen increpó a la amiga a que se fuera, pero ella, en lugar de obedecer, le reprochó al periodista las incontables agresiones físicas a las que había sometido a su ex pareja.
El reproche desató la ira del periodista, quien, tras un forcejeo, tomó por los pelos de la nuca a su ex novia. Entonces, la amiga intentó ayudarla a zafar del agarre, pero Piquillen le dio un cabezazo en la frente y un golpe de puño en el ojo, mientras aun tenía tomada de la nuca a su ex novia. Luego del violento hecho, el golpeador se retiró. Esa noche se radicaron denuncias policiales contra el violento y cobarde periodista.
Pero la escalada de violencia del periodista no termino allí. A la mañana siguiente, Piquillen abordó a su ex cuando ella iba a trabajar y le dio una trompada en el maxilar. Como no podía ser de otra manera, el periodista se fue tranquilamente, como si nada hubiera pasado. Pocas horas mas tarde, se dio conocimiento de todos los hechos a la Fiscalía de turno.
Tan enceguecido estaba Piquillen por su furia que ese día no fue a trabajar, a pesar de que tenía que salir al aire, ni contestó las llamadas de sus compañeros. Horas más tarde, el periodista golpeador fue al departamento de su ex, esta vez con la excusa de que le devuelva los dos celulares que le había regalado. En cuanto los recibió, estrelló uno de ellos contra la pared, propinó un par más de insultos y se fue. Como en ese momento me encontraba, al igual que otros colegas, acompañando a la ex pareja del periodista, ese fue el primer contacto que tuve con Piquillen, quien cobardemente se retiró cuando lo invité a pasar e insultarme a la cara.
Finalmente, la violencia y cobardía del periodista deportivo fue para con quien escribe estas palabras. Con el objetivo de interceder ante otro violento hecho por si Piquillen aparecía nuevamente, anoche, pasadas las 21.30, caminaba, por Pedernera casi Chacabuco, junto a una de las chicas golpeadas, mientras que la ex y otra amiga iban media cuadra adelante. De repente, sentí una piña en la nuca y luego otra en mi ojo derecho, la cual rompió los anteojos recetados que estaba usando.
Cuando logro zafarme de mis atacantes, puedo ver que era Piquillen y sus dos medio hermanos, Maxi y Franco. Peleé con ellos por segundos e incluso los reté a que se enfrentaran individualmente conmigo, cosa que no pasó. Los tres violentos comenzaron a alejarse de mi, mientras uno de los medio hermanos me amenazaba diciéndome “te voy a abrir”, poniendo su mano por debajo de su remera como si tuviera un arma. Por su parte, el periodista me decía, una y otra vez, “te voy a matar”. Luego, se retiraron cobardemente de la misma manera que llegaron, corriendo.
Párrafo aparte merece el agradecimiento a la Policía, funcionarios judiciales y colegas varios por las gestiones y apoyo para con la ex pareja del periodista deportivo, su amiga y conmigo. Quisiera escribir los nombres de cada uno de ellos, pero no lo hago para no hacerlos un
blanco de la violencia y cobardía de Piquillen.
La amiga de la ex de Piquillen recibió golpes en la frente y en su ojo izquierdo.
Además, producto del forcejeo contra un alambrado, le quedaron marcas como estas en varias partes de su cuerpo.
Se eliminaron los comentarios de Fede, Federico, Marcos y Alejandro por dar el nombre de una de las chicas golpeadas, las cuales pidieron reserva de su identidad. Los comentarios provinieron de la misma dirección de IP.