El padecimiento de la familia Calderón comenzó en 2003 cuando comenzó la construcción del puente derivador de Los Puquios. Para la obra, el Gobierno tomó miles cuadrados de metros de la propiedad que los Calderón ocupan desde hace más de 30 años. Las vibraciones ocasionadas por la construcción del puente provocaron grandes rajaduras en las paredes de la casa de remigio que hasta el día de hoy no termina de reparar.

Finalmente, el puente se terminó y se ubica a escasos metros de las precarias viviendas de las familias. La cercanía con el puente provoca inundaciones en las casas cuando hay fuertes tormentas.

“Él (Alberto Rodríguez Saá) me agarró y me prometió que me iba a hacer la vivienda”, contó Remigio Calderón, quien agregó que en ese momento Di Genaro donó de palabra los terrenos ubicados a pocos metros del Centro Educativo N° 6 Carlos Sadoc.

En 2005, el Gobierno le dio a la Municipalidad de El Volcán un monto de dinero destinado para los materiales de construcción para las viviendas. Las casas comenzaron con el esfuerzo de los mismos beneficiarios, entre ellos Remigio, quien en ese entonces era parte del Plan de Inclusión.

“Trabajan en las casas y las construyen hasta el techo. Ahí se para la construcción porque no había más plata de parte del Gobierno”, contó Mirta Amestoy, titular del Proyecto de Contención Ciudadana de Cáritas en la localidad.

Amestoy relató que se empezó a asesorar a los Calderón y desde 2009 se pidieron audiencias con el actual intendente de El Volcán, Marcelo Mocdese, y el ex gobernador Alberto Rodríguez Saá pero nunca fueron atendidos. A pesar de ello, se inició el reclamo administrativo. El expediente pasó por varios ministerios a través de los años hasta que llegó a la cartera de Obra Pública, encabezada por ese entonces por Juan Mario Klush.

Luego de las averiguaciones pertinentes, Klush reveló que las tierras donde se edificaban las viviendas no eran tierras fiscales sino que son propiedad de un hombre de apellido Meloni. Según Amestoy, el ex ministro explicó que el Gobierno no podía realizar la expropiación del terreno sino que el Municipio de El Volcán debía pagar los terrenos. El valor de las tierras era de $130.000 hasta el año pasado.  

“El ministro (Klush) dijo que se hacía cargo si se regularizaba el tema del terreno”, comentó Amestoy.

Pero lo concreto es que la titularidad del terreno aún es de un privado y se transformó en el segundo motivo para que no se terminaran las viviendas y desde entonces no hay progresos en el tema. “Ya no sé en quién confiar”, dijo Remigio.