“Falta audio”, comenzó a repetir la presidenta cuando Giorgi tomó la palabra, por lo que la ministra gritó, “¿se escucha ahora?”. Cuando la Presidenta le dio el OK, Giorgi rápidamente destacó que la planta produce una heladera por minuto y le cedió la palabra a Lasagno, quien, visiblemente nervioso (más de una vez se quedó sin palabras), aseguró que esta inversión convierte a la fábrica de Mabe en la “más moderna del país y también de América”, y que a comienzos del año que viene estarán en el mercado las heladeras de alta gama, de 420 litros, que se comenzarán a producir en nuestra provincia.

Y eso fue todo. No hubo un mensaje para los sanluiseños ni un saludo al gobernador, Claudio Poggi, o para el intendente, Enrique Ponce. Cristina agradeció a todos los empresarios y grupos económicos que han invertido y confiado en el país, y se despidió cordialmente.

De todos modos, cabe destacar que Cristina se comunicó desde una sucursal de Mabe en Haedo, provincia de Buenos Aires, desde donde también “videoinauguró” fábricas en Luján de Cuyo (Mendoza) y Berazategui (Buenos Aires). Las comunicaciones con estos lugares fueron realmente lamentables, ya que estuvieron plagadas de cortes de audio o, en el mejor de los casos, un volumen extremadamente bajo. Y quizás fue esta multitud de problemas técnicos los que llevaron a que el contacto con San Luis, que fue el último de la jornada, fuese tan breve, a pesar de que la local terminó siendo la transmisión de mejor calidad.