Una gran jornada se vio eclipsada porque no pusieron al artista más popular para el final de la noche.
Durante la tarde y noche del pasado sábado, en la esquina de la avenida Illia y San Martín, se realizó la primera edición del San Luis Rock, una iniciativa organizada por la Municipalidad que se desarrollará cada quince días, hasta el mes de diciembre, con el objetivo de promover y difundir el trabajo de cientos de bandas locales y provinciales. Con una correcta puesta en escena, la primera fecha contó con la actuación de las bandas locales Res, La Piedra y Fahia, y los artistas nacionales Jóvenes Pordioseros e Iván Noble, el ex líder de Caballeros de la Quema.
Los primeros en abrir el fuego fueron los chicos de Res, una banda de metal que rompió la tranquilidad de la tarde sabatina con acordes precisos que despertaron los primeros aplausos del festival. Luego le tocó el turno a Fahia, otra apuesta del reggae local que gana cada día más terreno en los circuitos musicales que ofrece la provincia. Con canciones contundentes y contestatarias, la banda, que hace pocos días cumplió dos años de vida, no decepcionó. La Piedra, por su parte, cerró el segmento de los grupos locales. Lucas Piriz, líder de la agrupación luego subiría nuevamente al escenario invitado por Toti Iglesias, líder de Jóvenes Pordioseros.
Para las 21 la esquina del Correo Central explotaba. Las banderas de Rock Vida flameaban en el centro de la marea humana que gritaba con más fuerza por la presencia de los Jóvenes Pordioseros, una de las bandas de “rock rollinga” más convocantes de la escena nacional. Cuando sonaron los acordes de “Funeral”, la espera de la gente se transformó en una sola ovación y el idilio con Toti Iglesias, líder y showman de la banda, se hizo cada vez más fuerte tema tras tema.
El recital de los Pordioseros recorrió canciones de todos sus discos a lo largo de un compacto show de una hora, donde no faltó un homenaje a Pappo con “Ruta 66”. “Gracias por levantar tantas formaciones de jóvenes y traerlos hasta aquí, a escuchar rock”, dijo Iglesias al advertir que el grueso del público eran pibes que no superaban los 18 años. Con “Descontrolado”, una veintena de chicos se subió al escenario a cantar junto a la banda. “A ellos le encanta y a mí me gusta verlos disfrutar”, señaló el cantante mientras subía en brazos a un nene de no más de cinco años que lucía una remera con una furiosa lengua Stone.
El show del Toti y su banda cerró con “Hijos del Oeste”, “Cuando me muera”, “Nunca me enseñaste” y “Asesina”, entre otras canciones. Iglesias tuvo tiempo hasta de escalar los más de veinte metros de una de las estructuras del escenario para saludar desde lo más alto a la gente. “Gracias San Luis, espero que nos veamos de nuevo”, tiró antes de irse definitivamente. Apenas unos minutos después llegó Iván Noble con su lírica y rock de lunfardo.
“Hacía mucho que no venía a San Luis, espero que disfruten del espectáculo”, dijo el ex Caballero de la Quema antes de regalar un recital de hora y cuarto donde no faltaron “El chico de los Mandados”, “No cuentes conmigo”, “Dame un motivo” y otros hits de su época de “caballero” como “Sapo de otro pozo” y “Avanti Morocha”, una de las canciones más cantadas de la velada.
Por último, cabe destacar la gran cantidad de gente que abandonó el San Luis Rock cuando comenzó, y durante, el show de Noble. Según la Municipalidad, más de 4 mil personas concurrieron al evento, pero para la mitad del set del ex líder de Caballeros de la Quema apenas quedaban más de 1.500. Claramente fue un gran error por parte de la organización poner a Iván Noble, cuya carrera solista no goza ni de un 20% de la popularidad de icónica
banda, como el número principal de la noche.
Lo que se viene
San Luis Rock no sólo son recitales. Los músicos y bandas que participan del festival cultural deben asistir a clínicas de músicas y jornadas de capacitación. Cada quince días y hasta diciembre se van a desarrollar todo tipo de actividades con el objetivo de promocionar el trabajo de los grupos. Hasta el 11 de octubre hay tiempo para las bandas locales de participar en el ciclo.
