“Se los llevaron a la comisaría, allá les dieron otra paliza”, relató una familiar. Una mujer dio a conocer que la Policía irrumpió sorpresivamente el sábado en varias viviendas de Juana Koslay, a dos cuadras de la Comisaría Quinta. En el procedimiento se llevaron detenidos a su hijo y nieto, quienes fueron golpeados por los uniformados. Desde la Comisaría Quinta, los policías no supieron ponerse de acuerdo sobre el motivo de la detención. Cuando se quiso denunciar el hecho en la Fiscalía Nº1, un empleado se negó a tomar la denuncia.

“Entraron por todos lados, se metieron por la pieza con unas armas grandes. Se los llevaron a la comisaría, allá les dieron otra paliza”, contó María Isabel Muñoz, quien sostiene que no se le mostró ninguna orden de detención, ni allanamiento.
vive a dos cuadras de la Comisaría Quinta.

Ante la situación, la mujer a quien no le dijeron el motivo de detención de sus parientes, buscó el asesoramiento de un abogado. El letrado fue a la seccional policial, quien dialogó con algunos efectivos. Los policías no se ponían de acuerdo sobre el motivo de la detención, ya que algunos manifestaron que fue por averiguación de antecedentes, otros de resistencia a la autoridad o acusados de violación.

Los detenidos fueron liberados pasadas las 21 horas del domingo, previa recriminación policial a los familiares por buscar la ayuda de un abogado.

Luego el drama de los hombres se trasladó a Tribunales. En la Fiscalía Nº 1 se produjo un altercado entre los familiares de los ex detenidos, el abogado y el empleado judicial Mario Becerra, quien se negó a tomarles la denuncia. El hecho motivó que para hoy a la mañana, el Superior Tribunal recibirá al abogado.