La víctima, Jorge Porrini, pudo rastrear al culpable, pero en la Federal no quisieron tomarle la denuncia.

Ayer, Jorge Porrini, dueño de Jorge Porrini Emprendimientos Inmobiliarios, le contó en exclusiva a La Gaceta sobre la estafa informática que él y sus clientes sufrieron los primeros días de este mes. Al parecer, un grupo de criminales virtuales hackeó la cuenta de correo de la inmobiliaria y la uso para pedirle a los clientes que habitualmente pagan a través de un depósito bancario que lo hagan a una nueva cuenta, a nombre de una mujer llamada “Laura Vanesa de María”.

Según relató Porrini, los criminales fueron tan cuidadosos, que borraron los mails enviados y hasta imitaron el trato de Jorge para con sus clientes. “Los trataban de manera parecida al trato que yo tenía con ellos, porque ellos habían detectado ese trato en los correos, saliéndose en algunos casos, con quien tengo una relación más amistosa, de lo estrictamente comercial”, comentó el agente inmobiliario.

La maniobra salió a la luz cuando Jorge recibió un mail que leía “OK, así lo haré”. Inmediatamente, Porrini llamó a esta persona y le preguntó “qué le estaba contestando”, a lo que su cliente respondió: “el correo que me llegó anoche, me dijiste que te deposite en una cuenta corriente distinta a la que siempre lo hago”.

“Luego, esa persona me reenvía el mail y compruebo que venía desde mi cuenta. Me puse en contacto inmediatamente con mi informático y mi informático me avisó de quién se trata e identificó la máquina desde la que se ha hecho el correo”, dijo Porrini. “También me dijo: ‘la persona que te hizo esto no te quiso hacer más daño o no lo supo hacer. El que hackea profesionalmente, descubre tu clave, entra en tu correo y te cambia la clave, con lo cual te impide a vos entrar a tu mail inmediatamente’”, agregó.

Con estos datos, Jorge se presentó en la Policía Federal, que cuenta con un área de Delitos Informáticos, para radicar la denuncia correspondiente. “La Federal me dijo que no me podía recibir la denuncia porque solamente ellos la toman si en esto hubiera participado el Banco de la Nación Argentina. Y hasta ahora no se dónde lo tengo que denunciar. Me encantaría hacerlo para que esto no le ocurra a más gente”, comentó defraudo Jorge, quien en parte accedió a esta entrevista para evitar que haya más víctimas de esta clase de delito informático.

Decepcionado, Porrini fue a visitar a su abogado de cabecera, quien le explicó lo engorroso que puede llegar a ser el proceso. “Esto depende de hasta dónde quieras llegar”, le dijo el letrado, quien además le recomendó “acudir a un escribano que certifique los correos a los que les llegó el mail, y con eso ir a la Justicia para que intervenga esa cuenta de ahorros sobre la que se están haciendo estos depósitos; porque el banco no puede inhibir esa cuenta si no hay participación judicial”.

Por el momento, Jorge ya tiene la constancia de que 2 de sus clientes ya han depositado en la cuenta falsa. “Pero del resto me voy a enterar a fin de mes, porque cuando mis clientes no me paguen y yo llame para reclamarles el pago, seguramente me voy a encontrar con alguno que diga, ‘no, ya te lo he depositado en tal cuenta, tal cual me lo pediste’”, vaticinó el agente inmobiliario.

Obviamente, Porrini no les va a reclamar a sus clientes que le vuelvan a pagar, a pesar de que él ya le depositó a los dueños de las propiedades que él administra el dinero que mensualmente les corresponde. “La culpa no es mía, pero tampoco del que deposita”, concluyó Jorge, esperando que nadie más sea víctima de este tipo de delitos que, para colmo, la Policía parece no saber cómo resolver.