Con tres declaraciones que se sumaron al de Débora Di Falco, se cerró el primer día en el caso de Guadalupe Difalco.

Ayer, en horas de la tarde, en la Sala de Juicios Orales Nº 2, el Tribunal de la Cámara Penal Nº 2 de la Ciudad de San Luis, -integrado por los Dres. Hugo Saá Petrino, Gustavo Miranda Folch y Fernando Julio de Viana- continuó con el debate oral de la causa “Riquelme Miguel Ángel, Videla Dora Alejandra – Difalco Guadalupe Rebeca (Damnf.) – Homicidio” glosada al expediente: “Difalco Débora Catalina- Abandono de persona agravada por el vínculo y el resultado”. Primeramente, con la anuencia de las partes, se oralizaron y desistieron cinco testigo, que estaban citados para la fecha.

En esta ocasión declaró en primer término el Sr. Ricardo Rebollero Navarro, quien fuera vecino de los acusados.  El testigo dijo al tribunal que el día del hecho subió a descolgar la ropa y escucho un ruido y al girar para ver de qué se trataba, vio “una niña o niño de más o menos 3 años, desnudo sentado en un tacho con un pedazo de algo rojo, que creo que era un pedazo de alfombra”. Ante las consultas de los Abogados Defensores- Dres. Ibáñez, Zalazar y Sartor- y del Fiscal de Cámara, Dr. Fernando Rodriguez aclaró que la criatura no estaba dentro del tacho sino que lo usaba de asiento.

“No me alertó nada de eso porque todos los días los hijos y amigos de este señor andaban en calzoncillos o sin ropa para arriba (torso), correteando por los techos, y por eso no me llamó la atención porque siempre andaban así”, aclaró Navarro.

Seguidamente indicó con gestos corporales que la criatura se balanceaba y hacia un gemido. Y acto seguido le pidieron reconocer un tacho secuestrado, el cual indicó como el objeto posible donde se encontraba la criatura meciéndose desnuda.

La Dra. Claudia Ibáñez (Abogada Defensora de Dora Videla), le consultó si conoce o sabe quien es el Sr. Lucio Soloa. El declarante aseguró que Soloa es un arrendatario en el mismo terreno que él y que oportunamente hubo un incidente entre éste y Riquelme, en donde Soloa dijo que Riquelme le había disparado, y aclaró luego que el Sr. Riquelme había negado la situación.

La Abogada Defensora de Débora Difalco, Dra. Nidia Beatriz Sartor le preguntó al testigo si podría precisar el horario en el que vio a la criatura en el patio de Riquelme desnuda y meciéndose arriba del tacho a lo que el declarante informó que “fue a las 11, 11 menos 5 o a las 11 y 5 no más de esa hora, el día estaba soleado y pudo haber habido viento, estaba sentada como a la derecha y yo la veía de perfil. Tenía las manitos entre las piernas. Yo la vi desnuda. No pude observar si estaba mojada, pero puedo agregar que se veía que el cabello era tan rubio en la cabecita porque le daba el sol y se reflejaba” finalizó Navarro.

Posteriormente declaró la Sra. Claudia Gelabert, Enfermera Universitaria quien afirmó que en una ocasión visitó la casa para controlar las libretas sanitarias de los chicos que allí habitaban y se encontró con que Guadalupe Difalco no tenía documentación alguna, por lo que procedió a realizarle una libreta sanitaria y a colocarle las vacunas. “La niña estaba integrada y de salud la vi bien, no la vi ni sucia ni desnutrida” afirmó la profesional de la salud.

Afirmó también que todos los niños estaban en buenas condiciones, que poseían su libreta sanitaria y que iban a la escuela. Por su parte, le realizó un esquema de vacunación a Guadalupe, porque estaba totalmente desactualizado.

A la vivienda concurrió con los agentes sanitarios que informaron de la necesidad de ir a esa vivienda y posteriormente realizaron un informe presentado a la Jefa del Centro de Salud, la Dra. María Eva Fernández, para informar que esa familia vivía en situación de hacinamiento.

Cuando se le preguntó por la
información brindada sobre la documentación de Guadalupe, la testigo dijo “la Sra. Dora informó que Guadalupe estaba hace poco al cuidado de ellos y que la madre la dejo así sin nada”.  Por último, con la libreta sanitaria de la víctima en la mano declaró que a la niña la vio una sola vez en la casa y dos veces más en el Centro de Salud cuando Riquelme la llevó para completar el cronograma de vacunación.

La última testigo fue Cecilia Laura Camargo Rodriguez, hija de la ex pareja de Miguel Riquelme. “Riquelme convivió con mi mamá del 1986 al 2003 más o menos, mis hermanos y yo también vivos con él”, inició la testigo.

El Dr. Carlos Guillermo Salazar Zalazar, Abogado Defensor de Miguel Riquelme, preguntó a la testigo ¿cómo fue la convivencia con Riquelme? A lo que Camargo respondió: “muy buena, para nosotros era como un padre. Se ocupaba de las tareas de padre y nosotros tenemos nuestro papá pero se fue y no se ocupó de nosotros. Riquelme sí”. La declarante afirma que Riquelme la asistió aún cuando ella ya había sido madre en el año 1998 y también se ocupó de la hija de la testigo.

“Con nosotros no era violento y con mi mamá a veces tenía discusiones pero no más de eso. De vez en cuando se emborrachaba. Por lo general si tomaba se iba o tomaba afuera de la casa. Siempre hizo de todo para que no nos falte nada, mucho más que mi papá biológico” concluyó.