Sin tomar ningún tipo de medida de seguridad, manteros ofrecían pirotecnia en Rivadavia entre Junín y Pedernera.

Durante los primeros días del mes de diciembre, la Municipalidad comunicó, a través de su Dirección de Prensa, una larga lista de requisitos para aquellos comerciantes que quisieran vender pirotecnia para las últimas fiestas. 

Lo que la Dirección de Prensa no informó fue que no se iba a controlar, de ningún modo, la venta ilegal de pirotecnia de dudosa procedencia. Los días previos a Navidad y Año Nuevo, la calle Rivadavia, entre Junín y Pedernera, contó con uno o más puestos ilegales de venta de pirotecnia, que, ubicados a pleno rayo del sol, aprovecharon los escondites que ofrece la obra del Paseo del Padre.

Obviamente, estos vendedores no tenían ni el matafuego ni el seguro de responsabilidad civil que la Municipalidad les exigió a los comerciantes que hicieron todo por derecha, entre tantos otros requisitos.

“Realmente es una vergüenza. A fines de noviembre comencé con los trámites para poder vender pirotecnia y estos tipos vienen, ponen un mantel y, sin preocuparse por la seguridad de nadie, porque tienen las cosas tiradas ahí a pleno rayo del sol, venden pirotecnia sin que nadie los controle”, dijo Mauricio, dueño de uno de los locales de pirotecnia que se instaló en calle Colón.