El dato surge de un relevamiento realizado por la Dirección de Recolección de Residuos y muestra la magnitud de lo que se consume y se descarta.

Cada día, seis camiones recolectores de residuos engullen, a lo largo de diez o doce horas, los desperdicios que se sacan de las casas. De esa basura no solo habla el olor sino también el peso: de tres a cinco kilos de desechos se generan por vivienda, lo que da un promedio de un kilo por persona. El dato surge de un relevamiento realizado por la Dirección de Recolección de Residuos y muestra la magnitud de lo que se consume y se descarta.

La cifra no es sólo patrimonio puntano sino que está en sintonía con la media nacional, principalmente la de los grandes centros urbanos como Buenos Aires o Rosario, donde el promedio es de 1,5 kilos por habitante. De entre los sobrantes que engordan las bolsas de consorcio que se colocan al costado de la vereda, para que los recolectores las retiren, se pueden encontrar desde residuos orgánicos hasta pilas, vidrios o plásticos, que son más nocivos para el medioambiente.

El sistema de recolección y las mejoras en el servicio son una de las preocupaciones que transmitió el intendente municipal, Enrique Ponce, al nuevo titular de esta repartición municipal, Luis Cámara.

Según el informe, los lunes son los días donde el volumen de basura se incrementa considerablemente y, en contraste con cualquier preconcepto, el casco céntrico no es la zona que más genera desperdicios, sino los barrios de la periferia. “Se puede pensar en la zona del centro por la cantidad de gente que se moviliza a diario, pero no es el lugar donde más basura se levanta. Hemos detectado que en la zona del barrio 9 de Julio, la cantidad de basura domiciliaria es más voluminosa”, comentó Cámara.

Para la recolección de residuos, la dirección municipal cuenta con una planta de 116 trabajadores repartidos en dos turnos: uno ingresa a las 6 de la mañana y el otro a las 21. Cada cuadrilla está repartida en seis zonas y cada camión tiene un radio de trabajo de sesenta kilómetros. En ese recorrido, los recolectores deben correr entre 30 a 45 kilómetros durante el ejercicio de buscar las bolsas y tirarlas al camión.

Cámara sabe que su dirección siempre está bajo la lupa del contribuyente y, por eso, su objetivo de cara a las próximas semanas es mejorar el servicio de recolección. La instalación de contenedores en el micro centro le dará oxígeno para aumentar las frecuencias en las zonas aledañas al casco céntrico. “Con los contenedores la recolección mejorará considerablemente porque al tener los contenedores en la parte céntrica vamos a disponer de dos camiones más para el resto de la ciudad, que en los últimos años ha crecido de forma exponencial”, comentó.

El sistema que se pretende implementar es a través de la distribución de contenedores en cada cuadra, a una distancia no mayor a 50 metros de la vivienda más alejada, los cuales serán retirados mediante camiones de carga lateral, lo que asegura un práctico recambio, independientemente de los vehículos estacionados. Toda la basura recolectada será llevada al Centro de Disposición Final que prevé la separación y clasificación, el compostaje y mejorado de suelo y la disposición final de las materias residuales.