También presentó un proyecto para la construcción de veredas en la cuadra donde se ubica un centro de salud.

Aunque faltan varias semanas para el inicio de las sesiones en el Concejo Deliberante, el edil francisco Guiñazú presentó dos proyectos de ordenanza. Uno de ellos consiste en prohibir el uso de pirotecnia en discotecas, confiterías bailables, cantinas, salones de fiesta, bares, pubs y restaurantes de la ciudad, mientras que el otro ordene la construcción de veredas en la cuadra donde se ubica un centro de salud para resguardar la seguridad de los vecinos.

“Que en la actualidad y, tal como es de público y notorio conocimiento, tanto en la República Argentina como en el exterior, se han producidos graves siniestros con motivo del encendido y propalación de artificios pirotécnicos; ello, en lugares de diversión o entretenimiento con mucho público en su interior y que, lamentablemente, han ocasionado el deceso de muchos jóvenes que fueron en busca de una diversión sana y segura y se encontraron con la muerte a causa del uso de pirotecnia en éstos espacios cerrados e inadecuados para la misma”, dice uno de los fundamentos de la iniciativa.

Además, se argumenta que la lana de vidrio o polietileno que en muchos casos se utiliza como aislante, sumando las alfombras y muebles de los locales aumentan el riesgo de incendio ante la pirotecnia.

El otro proyecto que presentó Guiñazú está destinado a la construcción de veredas sobre la calle Martin de Loyola entre Don Bosco y Luis Jufre, en la cuadra donde se ubica el Centro de Salud N° 5 Dr. Hanna  M. Abdallah  y,  sobre la calle Don Bosco entre Dr. Esperanto y Martin de Loyola.

“Al  centro de salud referenciado, conocido como “los tres barrios” por su principal área de incumbencia (B° Sosa Loyola, Cnel. Pringles e  Hipolito Yrigoyen), asisten innumerable cantidad de padres y madres con sus hijos menores para su atención médica;  a cuyo efecto, no les queda otra opción que hacerlo por la misma calle  Martin de Loyola, pues el espacio habilitado para  vereda  (al norte de la arteria),  se encuentra ocupado por un canal abierto y árboles que impiden la normal circulación peatonal. Ello, agudizado pues muchos de los niños que asisten a dicho centro asistencial, lo hacen alzados por sus progenitores o en carritos y/o coches para bebe;  obviamente expuestos al enorme riesgo de ser arrollados por los rodados que marchan por la misma o bien, caer  al canal que  cuando llueve, se transforma en una trampa oculta por el agua, que se extiende hacia la calle con una fuerza inusitada por el declive hacia el oeste de la ciudad”, sostiene uno de los fundamentos del proyecto.