“Compré las entradas en Buenos Aires. Tuve acceso al predio sin problemas, nos colocaron las pulseras y cuando llegamos para subir a las gradas, nos dijeron que no teníamos posibilidad de ingresar porque estaba sobrevendido y ni siquiera nos permitieron estar parados sin ubicación. No pude ver el espectáculo. Había un montón de gente en la misma situación. Había gente con entrada más cara que tenía numeración y tampoco podían ingresar”, relató Rubén, quien estaba acompañado de su esposa.
La pareja compró dos entradas de $200 que correspondían a las Tribunas Azules que tenían sillas con respaldo y opción con comida. Además de las Tribunas Azules, también se sobrevendió el Sector Dorado Montaña y Lago (eran mesas numeradas), cuyo valor por entrada era de $350.
El disgustado hombre, agregó que estuvo más de dos horas dando vueltas por el sambódromo para que alguien le solucionara el problema. Aunque Rubén destacó que hubo buena voluntad de gente de la organización, nadie le pudo dar solución la noche del sábado.
“Fui al destacamento policial de adentro del predio y no me quisieron tomar la denuncia porque me remitieron al destacamento de Potrero”, contó el porteño.
Horas después, Rubén empezó un camino para hacer el reclamo. Primero fue a la oficina de Turismo de Potrero de los Funes. Luego, lo mandaron al edificio de Turismo de Illia y Junín y de allí, a la oficina de Servicios y Consultoría San Luis SAPEM.
“Busco la satisfacción de que alguien me diga qué paso y al menos buscar la solución al tema. Es lamentable porque una organización es sencilla. Si tengo 1.000 lugares, vendo 1.000 entradas, no tengo más para ubicar. Puede haber equivocaciones pero que no haya un responsable es realmente una vergüenza”, reflexionó Rubén.