“Lo atendí yo como autoridad porque estaba en la apertura de sobres de una licitación la señora presidenta. Como ustedes verán, hay desagües aquí en el patio y hay muchísimas plantas que caen las hojas a los desagües. Entonces se hace una limpieza permanente para que esos desagües no se tapen. Habían estado limpiando los tanques la gente de mantenimiento. Había salido un poco de agua por la mañana y eso era por lo cual habían decidido hacernos una clausura”, relató Valdivieso.
De acuerdo a la prosecretario, los dos inspectores no quisieron identificarse y, luego de que se les explicó el asunto, se retiraron del lugar, sin siquiera labrar un acta de infracción o dejar la correspondiente multa, ya que el Concejo, en efecto, había estado largando agua a la calle en un horario no permitido. “Lo nos llamó la atención fue la forma, el prepo. Les pedí que hicieran lo que venían a hacer, que hicieran un acta de infracción, a lo cual se negaron”, concluyó Valdivieso, quien no salía de su asombro tras el peculiar episodio.
Por su parte, el secretario de Servicios Públicos, Ramón Zarrabeitia, dijo no estar plenamente al tanto de la situación, pero asegurando que la intención nunca fue la de clausurar. “Es muy común que por los desagües pluviales, en horas que no son las normales, empiece a salir agua, que se acumula y cuando hay mucho tránsito va rompiendo el pavimento. Estamos en este momento con distintas cuadrillas y apenas se ve agua, por ejemplo al mediodía, van a buscar de donde sale y se labra un acta de infracción”, opinó el funcionario.
“Recibimos del Concejo Deliberante resoluciones e inclusive ordenanzas para que efectuemos un mejor control sobre agua y cloacas y desagües pluviales. Entonces, no es lo más razonable que el Concejo Deliberante, a las 12 del mediodía, largue agua a la calle”, concluyó Zarrabeitia, desmintiendo una vez más la intención de clausura, pero desconociendo por qué motivo no se le labró acta de infracción alguna al Concejo.