“En el día de ayer (miércoles), me presenté en Jefatura para entrevistarme con el jefe de Unidad, por una cuestión netamente administrativa con respecto a mi accidente de trabajo de hace un año y medio. Mientras esperaba en el hall del segundo piso, el jefe del COAR, comisario Marcelo Flores Morán se acercó a mí y me dijo: ‘Ojo con lo que estás haciendo. Cuidate que vos tenés familia’. Me metió un chirlo con el revés de la mano, señalándome en el pecho con el dedo índice, y con la otra mano se tocaba sobre la cartuchera donde portaba el arma reglamentaria. Yo en ese momento, me hice para atrás, y lo que pensé que están buscando una reacción por parte de las personas que hemos estado en la manifestación de público conocimiento”, relató el efectivo Damián Coria.

El accidente al que se refiere Coria se trata de tres heridas de bala que recibió durante un operativo de control de personas dentro una fábrica en junio del año pasado. “Bajó la luz solar, no teníamos linterna, nos separamos con los compañeros y entramos al lugar donde estaban las personas. Apenas entré fui recibido a disparos, empecé a luchar para salvar mi vida y gracias a Dios estoy con vida”.

El policía recibió disparos calibre 22 en el abdomen, la pierna y la boca. Al recibir la herida en el abdomen, Coria empezó a pelear contra su agresor intentando quitarle el arma pero recibió el disparo en la pierna. Lo que es más, se sumaron otros individuos para agredirlo, hasta que finalmente quedó en el piso y el malviviente son las rodillas sobre Coria le colocó el arma en la boca. Gatilló una vez pero la bala no salió. En ese momento. El uniformado movió la cabeza hacia el costado izquierdo con la idea de que si el arma era disparada, la bala saliera por la mejilla. Efectivamente, eso pasó cuando su potencial asesino apretó el gatillo.

La vida de Coria parecía llegar a su fin hasta que un compañero pudo salvarlo de la situación.

Como consecuencia de las heridas, Coria fue pasado inmediatamente a disponibilidad de manera automática. Tiene el 50% de incapacidad en el cuerpo, “he perdido el gusto y la humedad en la boca”, está bajo tratamiento psicológico y psiquiátrico y aún con rehabilitación en una pierna.

El segundo paso a disponibilidad de Coria fue en el marco de la reciente protesta policial. “Legal y administrativamente para pasarte a la segunda disponibilidad, debe resolver la primera. Tengo dos disponibilidades y no se resuelve la primera”, explicó el efectivo.

Por haber salvado su vida milagrosamente en el cumplimiento del deber, Coria no recibió mención especial para el 154º Aniversario de la Policía en octubre del año pasado, a pesar que se hizo la solicitud administrativa desde la Comisaría Tercera.