Como consecuencia de la medida, el jefe de Policía Oscar Papaño dejar sin efecto la situación de disponibilidad en la que se encontraban ambos efectivos, por lo que pasaron al servicio efectivo, debiendo volver a prestar servicio en la Unidad Regional Dos con asiento en Villa Mercedes.

Los inspectores habían sido acusados por Ferreyra como autores de torturas en su perjuicio, mientras estuvo detenido como sospechoso por robo domiciliario en las celdas disciplinarias de la Comisaría Seccional 9º de esa ciudad  para fecha jueves 30 de mayo del corriente año.

Entre otras consideraciones, la Cámara Penal Nº 2, valoró testimoniales incorporadas a la causa, que echan por tierra los dichos de Ferreyra y fortalecen la inocencia de los policías, ya que según versa textualmente en el auto interlocutorio “…no se ha podido obtener un dato cierto y preciso que vincule a los imputados con el hecho materia de la investigación judicial…”

En el mismo auto interlocutorio se hace constar que el único testigo que relata haber estado en la Comisaría 9º y que concurrió por trámites personales ese día y en el horario donde supuestamente ocurrieron las torturas “…comprobó que se trataba de una persona que estaba en una celda a oscuras y a solas, gritando desaforadamente obscenidades en contra del personal policial, pidiendo que lo soltaran. Que lo vio totalmente descontrolado, tirándose al piso y golpeándose la cabeza contra la pared con el propósito de autolesionarse…”.