María Elena Desa, quien se encadenó en el Rectorado, alega que no sabe el motivo de la no renovación de su contrato “y dicen que hay 60 despidos más. Esperemos que pare porque son 60 familias que se quedan sin puesto de trabajo. Lo que escuchamos es que se va gente que era de las autoridades anteriores para entrar gente de las autoridades que están actualmente”.

La empleada manifiesta que la no renovación de contratos no se limita, como en su caso, a personas que desarrollan tareas en distintas dependencias de la UNSL desde hace menos de dos años, sino que tampoco se renovaron contratos que trabajan hace más de seis años.

Finalmente, Desa comentó que desde diciembre se notificaron a 40 personas que no se les renovaría el contrato.

Por su lado, el rector manifestó que son ocho las personas a las que no se les va a renovar el contrato y que totalizan entre 15 y 20 desde que asumió su cargo. El motivo para no renovar el vínculo laboral es por informes desfavorables de los respectivos jefes de área.

“Tenemos informes de sus autoridades que por alguna razón que tiene que ver con la dedicación al servicio que realizan a la Universidad, no hay conformidad para su continuidad”, expresó Nieto.