La ministra de Vivienda mostró un total cambio de actitud con respecto a la semana pasada.
Tras mostrarse molesta por preguntas relacionadas a Un Matrimonio, Un Terreno, la ministra de Vivienda, Cecilia Lucero, cambió su actitud, citando a los beneficiarios del abandonado programa y prometiéndoles soluciones a sus problemas de inseguridad y de entrega de materiales.
“Vamos a poner dos maestros mayor de obra para ver las necesidades que tienen y los materiales que tienen y los materiales que ellos van a necesitar para seguir con el avance de obra”, fue el primer anuncio que hizo la ministra, quien, tras la conferencia de prensa de la semana pasada, convocó a reunión a los beneficiarios.
Lucero también comentó que se va a “ver” el caso de los terrenos de la gente que no ha construido sus viviendas en los terrenos otorgados y que se estaría hablando, por lo pronto, de una readjudicación a 12 familias. “Ellos dijeron que más del 60% no está ocupando y es lo que les frena a ellos el tema de la construcción”, comentó.
Además, se les permitirá a los beneficiarios que accedan a sus construcciones en “los horarios que ellos consideren”, mientras que la entrega de las viviendas, según manifestó Lucero, “será cuando ellos consideren que terminaron su casa” y no cuando todo el barrio esté terminado, como quería hacerlo el Gobierno inicialmente.
Por último, la ministra sostuvo que se va a “ir planteando la obra que hay que hacer de lo que es el tema servicios”, la cual, “seguramente”, será costeada por el Gobierno, ya que la Municipalidad, aduciendo problemas de factibilidad, se niega a llevar los servicios a la zona.