āMe estaba tratando, empezaron a negarme los remedios, me cambiaron mi doctora, nunca mĆ”s tuve una doctora como la gente. Tengo que tomar ocho antibióticos al dĆa porque en la ComisarĆa me contagiaron con una sangre ajena. Hace como un aƱo que no lo tomo porque voy y siempre se niegan, que no estĆ”n, que estĆ”n de vacaciones. Siempre me ponen āperosā. No fui mĆ”s porque me cansĆ©. La vez que voy al hospital se me niegan los mĆ©dicos, no hay remedios. La leche me tienen que dar cuatro cajas para el mes y me dan una solaā, comentó Madaf.
Como trata su enfermedad, el torturado desconoce su estado de salud aunque admite que últimamente no se siente bien. Dice que tiene dolores de estómago y en los huesos y padece de insomnio.
AdemÔs del SIDA, Madaf afirma que tiene miedo de andar por la calle solo y no estÔ bajo tratamiento psicológico. A pesar de ello, cuando es necesario sale a la calle.
Con respecto a la indemnización de $400.000 que el Estado le abonó a Madaf reciĆ©n en octubre de 2011 dijo que āson chauchas porque no era para solucionar mi problema de salud. Yo querĆa irme a otro lugar porque acĆ” nunca me hicieron un buen tratamientoā.
En la actualidad, Madaf subsiste con una pensión de $1.200.
Ā