“Si esas personas no hubieran revestido el carácter de delegados no tengan dudas que hoy no formarían parte de la empresa y se les hubiera mandado el telegrama de despido con justísima causa”, reflexionó el funcionario.

Según relató Estrada, en el marco del paro nacional del pasado abril convocado por la CGT, el delegado Piñeiro intentó agredirlo físicamente, pero no pudo porque sus compañeros lo sujetaron, mientras que el delegado Domínguez “vertía todo tipo de amenazas hacia mi persona”. 

Por los hechos mencionados, la juez Laboral Nº 2, María Eugenia Bona, dispuso la suspensión de los delegados a partir de las pruebas aportadas desde Transpuntano. Entre ellas, se puede mencionar las grabaciones de las cámaras de seguridad del predio de la empresa, y testimonios.

“Hay elementos suficientes para que estas personas estén separadas temporalmente y con goce de haberes hasta tanto se resuelva la acción judicial. ¿Qué hace UTA? Avalar a dos violentos que utilizan métodos patoteriles para extorsionar y tratar de cumplir con le objetivo. Acá no hay intereses colectivos, hay intereses de dos personas que son claramente violentos y que no son capaces de responsabilizarse por los hechos que cometieron”, sentenció el presidente de Transpuntano.