“Para solucionar los problemas que acarrea la venta callejera, el intendente Ponce nos ha ordenado que generemos las condiciones para que en el Centro de GestiĂ³n Municipal ‘Alberto Domeniconi’ se puedan instalar los vendedores en condiciones que cada uno pueda desarrollar sus trabajos sin afectar los derechos de los demĂ¡s vecinos y comerciantes”, señalĂ³ Bazla.

“Esa zona de la ciudad ha cobrado relevancia a partir de la instalaciĂ³n del Centro de DocumentaciĂ³n RĂ¡pida, de la entrega del carnet de conducir nacional y del laboratorio oftalmolĂ³gico. La Municipalidad ha recuperado un lugar importante de la Ciudad y esa importancia beneficiarĂ¡ a quienes trabajan en la calle porque ahora el movimiento de gente en esa zona es notable”, dijo el funcionario en relaciĂ³n a esta zona que ya habĂ­a sido propuesta a los monteros, quienes la rechazaron de pleno.

SegĂºn el funcionario, “por ahora, la mayorĂ­a de los vendedores estĂ¡ en la plaza Sargento Baigorria, frente al Cementerio San JosĂ© porque allĂ­ pueden trabajar sin que haya obstĂ¡culos a los comercios ni a los vecinos”.

Sin embargo, a principios de la semana pasada una gran cantidad de ellos se instalĂ³ en las playas de estacionamiento de la escuela Lafinur, sobre calle Lavalle, entre Chacabuco y San MartĂ­n. Esto fue muy mal recibido por vecinos y comerciantes de la zona, por lo que parece que el plan de la Municipalidad es cambiarlos lo antes posible.

“El Registro que abriremos desde la SecretarĂ­a de Seguridad lo estamos trabajando en forma conjunta con Nora Videla, la secretaria de Desarrollo Social, porque este es un tema de neto corte social que ademĂ¡s permitirĂ¡ que cada uno de los vendedores trabaje con normalidad y dentro de la ley”, prometieron desde la Municipalidad, todavĂ­a sin decir si la propuesta ha sido aceptada o no por los manteros.

“En estos dĂ­as daremos a conocer los requisitos que cada uno deberĂ¡ cumplir y los ofrecimientos que harĂ¡ la Municipalidad para contribuir al sostenimiento de los puestos laborales, pero cada uno deberĂ¡ tener en claro desde ya, que quien no se inscriba no podrĂ¡ seguir con esa actividad”, concluyĂ³ Bazla.