Un testigo del asalto sucedido el domingo pasado narró aspectos desconocidos del robo. En la nota encontrará una foto que puede herir su sensibilidad.
Carlos Ochoa, testigo del violento asalto sucedido en la madrugada del domingo en un colectivo de María del Rosario que dejó como saldo al chofer y a un pasajero heridos de arma blanca, reveló aspectos desconocidos sobre el hecho. Uno de ellos fue que el chofer manejó herido a reducida velocidad hasta el Complejo Sanitario y la inoperancia de una policía que no dio el aviso para que buscaran a los agresores.
Un grupo de nueve personas subió al colectivo en Ruta Provincial N° 20, frente al hospital de Juana Koslay, ya que salían de una disco ubicada a pocos metros. Como parte del grupo había dos jóvenes que subieron sin pagar el boleto. En el transcurso del viaje, el grupo fue muy revoltoso, e incluso un par de sus integrantes tenían piedras en sus manos. El policía, que también subió con el grupo, nada hizo para que hubiera orden ni hizo nada sobre las piedras, según Ochoa. El viaje continuó y tres integrantes del grupo se bajaron.
El testigo relató que antes de llegar al semáforo frente de la nueva terminal, vio como tres personas le pegaban e herían de una puñalada en la espalda a Cristian Dalmonego para robarle el celular, mientras el resto del grupo (dos chicas y cuatro hombres) ya se había bajado del colectivo y esperaban a los dos ladrones.
“El chofer viene con el palo pero no logra pegarle y el tipo le pegó un putazo. El chofer queda arrinconado y le pide que deje las cosas. Pasa al lado mío y le roba la cartera a una señora. El chico al que habían agredido se iba a levantar vuelve a caer y comprobamos que había muchísima sangre”, contó Ochoa, quien agregó que luego los ladrones escaparon.
Para que el pasajero herido y el chofer Marcelo Borres (43) recibieran atención médica, el conductor del colectivo manejó a poca velocidad y con un solo brazo sobre el volante debido a la herida que tenía en el brazo.
En el Complejo Sanitario, Ochoa avisó a una mujer policía sobre el hecho y quería darle la descripción de los delincuentes para que los uniformados los aprehendieran. La mujer en vez de dar el aviso le manifestó al testigo que no sabía a cuál jurisdicción correspondía llamar.
“No sabía a quién llamar. Estaba más interesada en tomarme los datos a mí para llamarme como testigo”, explicó Ochoa, quien agregó que si le hubieran hecho caso era probable que la Policía apresara a los delincuentes.
Finalmente, el testigo manifestó que la Policía quedó en convocarlo para que viera las imágenes de las cámaras de seguridad, ya que jura que puede reconocer a los agresores. Hasta el momento, no fue citado.