Se lo acusa de haber causado un accidente en el que salió herido un niño de 6 años que iba en bicicleta.

Ayer por la mañana, el corredor de rally Miguel Baldoni finalmente se presentó a declarar por una causa de heridas graves, en perjuicio de un niño, ocurrida en el 2013. El corredor había sido citado en ocasiones anteriores, pero nunca había concurrido. Por su parte, la víctima fue un niño que iba en bicicleta y que se habría lastimado la boca, la rodilla y un testículo.

“Estábamos buscando familias para aportar a la categoría de Rally Argentino, en un camping de Río Grande. Hay un camino de tierra que te lleva directamente a un camping. Cuando llego al camping, hago marcha atrás, salgo del camino, siempre a baja velocidad porque estamos anotando kilómetros y anotando cruces. Vemos un chico que viene bajando en su bicicleta, en bajada. El chico se cae de la bicicleta, a más de 30 o 40 metros de donde estamos nosotros, se sube a la bicicleta, sigue pedaleando y se va”, fue el relato que hizo Baldoni tras presentarse a ser indagado.

Continuando con su relato, Baldoni dijo que, mientras seguía en busca del camino correcto, se encontró otro grupo de gente, al que le piso pedir indicaciones. “Ahí aparece el padre de este chico y empieza a agredir. Yo no entendía nada de la situación. Veníamos a 20 kilómetros por hora como mucho. Recién acababa de hacer marcha atrás porque estábamos perdido”, dijo el corredor, refiriéndose al padre del chico. “Es un periodista de automovilismo que nunca tuvo un feeling conmigo y armaron todo, acusándome”, disparó.

Con respecto a las veces anteriores que fue citado y nunca compareció, Baldoni dijo que nunca antes le llegó una notificación. “Apenas me enteré, vine y me presenté ante el juez”, dijo el corredor ,quien asegura estar pasando “un mal momento” a causa de esta sicuación.

Finalmente, reproducimos parte del relato que, apenas ocurrido el hecho allá por 2013, el padre del chico, el periodista Pablo Arce, subió a Facebook:

“El lugar tiene caminos angostos, en donde en la mayoría del trazado se circula en un único sentido por precaución con los peatones, entre lomas altas y con pendiente (desde el ingreso) hacia abajo en dirección al río. Esta camioneta Fiat Strada color rojo llega hasta donde el camino permite acercarse al río, frena y hace las maniobras para volverse en contramano (por donde entró), y subiendo ya para salir del lugar. El camino está señalizado en la dirección en que se circula por estos. Yo estaba a no más de 10 metros de ese camino. Cuando empieza a transitar ese camino para salir, se encuentra que viene bajando en bicicleta mi hijo de 6 años. En subida es una curva cerrada a la izquierda y en bajada es cerrada a la derecha. Por la velocidad en que subía esta camioneta, mi hijo se sale del camino para esquivarla y baja (siempre en su bicicleta) por una pendiente mayor que la que tenía el camino; entre piedras sueltas y peñascos. Metros más adelante se cae de la bicicleta con golpes leves aparentemente. Nos acercamos hacia él, verificando que tuviera o no algo de gravedad por tamaño golpe, cuando vemos que por otro camino interno y en contramano, vuelve a aparecer esta Fiat Strada color rojo con vidrios polarizados a la misma velocidad con que la vimos instantes antes. Se sale de ese camino interno por donde circulaba en contramano también, para acortar el trayecto y retomar el anterior (mismo lugar donde sucedió la salvada de mi hijo) y me acerco para increpar al conductor por la vehemencia, irresponsabilidad y negligencia con que circulaba dentro del predio; y por la salvada de un accidente grave y/o fatal de mi hijo. Cuando estoy a pocos metros de esta camioneta, el conductor baja el vidrio polarizado de la ventanilla y ahí reconozco que quién maneja la misma era el Sr. Miguel Baldoni. Como consecuencia de
los nervios por el susto de ver la salvada de mi hijo; y por la manera riesgosa con que circulaba dentro del predio; lo increpo de mil maneras distintas con insultos de variada calidad y cantidad”, contó Arce.