El decreto tiene fecha del 15 de diciembre.
El fin de semana trascendió que, mediante un decreto con fecha del 15 de diciembre, a tan solo cinco días de asumir, Alberto Rodríguez Saá, gobernador de San Luis, vetó la ley de bomberos voluntarios que les otorgaba, entre otras cosas, beneficios tales como una jubilación tras 18 años de servicio y un seguro de vida pago por la provincia.
Como excusa, el texto del veto remarca que el Gobierno ya “efectúa su contribución al financiamiento de las asociaciones de bomberos voluntarios mediante el otorgamiento de aportes anuales”. Además, y como no podía ser de otra forma, se utilizó como excusa la supuesta “situación de emergencia económica que se encuentra atravesando” el Estado provincial.
Cabe recordar que esta ley fue el producto de meses de reclamos por parte de los bomberos de voluntarios, que comenzaron en junio del año pasado e implicó varias reuniones con autoridades de la Cámara de Diputados.