Como ya ha informado este medio regularmente, el Frente para la Victoria ha sido funcional a Compromiso Federal por la mayor parte del año. Sin embargo, en su alocución de ayer, el presidente del bloque, Daniel González Espíndola, habló como si todo su bloque fuera a votar en contra de los artículos 9 y 10, que son los que le otorgan los superpoderes al Gobernador. Por momentos parecía que la oposición iba a lograr modificar estos controversiales artículos, pero a último momento Alume y Agüero se dieron vuelta, mientras que su compañero Francisco Irusta directamente se retiró del recinto para no tener que votar a favor ni en contra.
El resto del FpV que estaba presente, Sergio Amieva y González Espíndola, votó en contra de los artículos 9 y 10, pero de igual manera el oficialismo logró imponerse por 20 a 18, gracias a los votos de Alume y Agüero. A su vez, el resto del presupuesto fue aprobado por una mayoría superior, con 24 votos positivos y 15 negativos.
Además, fueron claves las ausencias de los diputados Sergio Guardia, ex intendente radical de Merlo y ahora miembro del Frente para la Victoria, que a su vez viene votando en contra de su bloque y junto al resto de la oposición; y de Bartolomé Abdala, miembro de Cambiemos y presidente del PRO de San Luis, que antes integraba las filas del oficialismo provincial y recientemente ha sido el blanco de duras críticas de Alberto Rodríguez Saá.
Volviendo a la discusión política, lo que plantearon los diputados de la oposición era que el presupuesto permitiera, tal cual lo hace el de este año, una movilidad de partidas de tan solo el 25%. “Es textualmente lo que se aprobó por esta Legislatura para el presupuesto del año 2016, que es la limitación del 25%. Si tenemos un presupuesto que está elaborado seriamente, que se ha analizado y creado con idoneidad técnica por parte de las personas que actúan en el mismo, creo que debe ser respetado, al menos en ese porcentaje. Y si hay modificaciones, deben ser giradas a la cámara para que sean evaluadas por los legisladores. En este momento estamos haciendo una involución”, consideró el diputado Pablo Zamora, de Mercedinos por el Cambio, quien advirtió que el proyecto que se terminó aprobando contempla “la posibilidad de desfinanciar la construcción de edificios escolares y colocarlos en construcción de edificios de seguridad”.
“El Gobierno manda un presupuesto donde, en uno de sus artículos, dice ‘y si quiero lo cambio’. O sea que ni ellos mismos confían en lo que han escrito. Yo no voy a entrar en detalles de los millones, si después modifican todo. El Gobierno de San Luis se jacta de que tiene un plan, ¿cuál es el plan? Hacer lo que quieran con la plata”, dijo el diputado Raúl Laborda Ibarra, quien recientemente se separó del bloque Cambiemos para formal el unipersonal Nuestro Compromiso.
Durante el debate hubo muchísimas críticas más, como que el proyecto contempla una “subvaluación de los ingresos de $2.644.000.000”, que no hay partidas asignadas para los más de 2 mil empleados que el Gobierno planea incorporar el año que viene, o la no discriminación de las obras que se van a realizar, ya que el presupuesto simplemente consigna cosas como “700 millones para obras viales”, sin dar detalle alguno de cuáles serán.
Y como suele ser costumbre, estas críticas no sirvieron de nada, ya que el oficialismo estaba determinado a aprobar el proyecto de presupuesto tal cual había sido enviado por el Gobierno, algo que terminó logrando gracias al apoyo de los legisladores del Frente para la Victoria.