Propuso una solución a un cotidiano problema en los hogares.
En la sesión de ayer del Concejo Deliberante, por primera vez un ciudadano usó la Banca del Vecino, para exponer ante los ediles un proyecto para solucionar un problema común en los hogares y evitar el derroche de agua en los hogares.
Apenas comenzó la sesión del Concejo, Alberto Alcaraz, empleado del Poder Judicial provincial, dio a conocer en pocos minutos su proyecto ante los presentes, iniciativa que nació de un problema personal.
Alcaraz relató que se interesó en usar la Banca del Vecino a raíz de una pérdida de agua en una canilla del baño de su casa. Como sabrá el lector, una canilla goteando de noche dificulta que a la mayoría de las personas poder dormir.
“Al otro día me levanto y compro el clásico trompito que lleva el conocido cuerito que hace que paren las pérdidas. Trato de cambiarlo y claro que quedó peor que antes (se ríe)”, relató Alcaraz. La mala experiencia en el arreglo fue el disparador de su proyecto.
La propuesta del vecino consiste en que las personas que cobran algún plan de capacitación de la Municipalidad se les enseñe arreglar las pérdidas de agua de las canillas. Una vez capacitados se los organiza en cuadrillas, y de acuerdo a un cronograma, recorran los barrios para reparar las pérdidas de agua de las canillas de manera gratuita. Los vecinos podrán optar por si utilizar el servicio.
“Cada casa tiene 10 canillas. Imagínese en los barrios de 500 viviendas sur y norte. Tenemos 10.000 canillas y la pérdida puede ser importante”, explicó el empleado judicial, agregando que un “cuerito” sale $8.
El proyecto presentado por el vecino fue remitido a las comisiones pertinentes del Concejo Deliberante.
La ordenanza de la Banca del Vecino se aprobó a mediados de junio. El debut iba a ser dos semanas atrás, pero el hombre que solicitó su uso no concurrió al Concejo Deliberante.