La Gaceta: Así como a usted le hicieron tantas críticas y denuncias cuando Rodríguez Saá asumió, ¿usted podría haber hecho lo mismo en 2011? Me imagino que calló muchas cosas por pertenecer a un proyecto político, pero algo mal debe haber encontrado.
Claudio Poggi: La provincia estaba con un presupuesto equilibrado, pero con muchas menos reservas y más deudas que lo que la recibí yo, pero uno asume el Estado con beneficio de inventario y empieza a mirar hacia adelante.
Yo tomé un prudente alejamiento los primeros 2 o 3 meses, luego formé un bloque unipersonal en la Cámara de Diputados, renunciar a la vicepresidencia del Partido Justicialista, que quedó reducido al partido de los Rodríguez Saá, vos viste las listas de los congresales y de los consejeros y están siempre los mismos.
LG: ¿Cuál fue el detonante de la relación con los Rodríguez Saá? ¿Fue una cuestión de celos?
CP: Sí, puede ser. Pero vos pensá que desde el primer año de gestión tenía embestidas muy fuertes, hasta intentos de desestabilizar la gestión. Yo no respondí nunca porque no quería alterar la paz social.
LG: Lo tomaban por sumiso cuando usted no respondía…
CP: Pasa que yo me concentré en cumplir la gestión y los compromisos que había asumido. Si yo lograba lo que ellos querían, que me paralizara y entrara en una disputa partidaria interna, era una disputa esteril que iba a alterar la paz social de la provincia. Mire lo que pasó en La Punta. Un dirigente osó presentar una lista alternativa y mire el lío que se armó. Imaginate si yo lo hacía siendo gobernador contra el poder de una familia, en el medio de un gobierno, teniendo de rehén a la gente.
LG: Con este análisis que usted hace ya de su primer año gestión, ¿en el último no daba para romper ahí con los Rodríguez Saá? Usted inclusive les salió a hacer campaña.
CP: Hay dos o tres cuestiones. Primero, yo no quería distraer mi energía en una disputa política interna. Si eso se interpreta como sumiso, no era mi intención ser sumiso, al contrario, quería cumplir con todos los compromisos asumidos. En segundo lugar creo que prioricé mantener la paz social. Creo que no hubiera sido bueno para San Luis, no solamente para el partido del que yo era parte en ese momento, sino para toda la provincia. Iba a ser una disputa muy fuerte estando de rehenes la gente.
Y desde el punto de vista práctico te diría que romper significaba ir a una interna de un partido que manejan ellos, que cuidan los votos ellos, que cuidan las urnas ellos. No me convenía y yo no tenía partido tampoco. Pero lo más importante es que no quise distraer mis energías en una disputa estéril interna.
LG: ¿Se puede ganar una elección sin el aparato del estado?
CP: Sí, totalmente. No están las caras conocidas de siempre, pero esos aparatos están gastados, obsoletos, hay que pasarles el plumero. ¿Ese es el aparato? Todo forzado, obligado. Avanzar está llenándose de gente nueva, jóvenes y no tan jóvenes, con unas ganas enormes de trabajar por los demás. Esos son los nuevos cuadros políticos. Y estamos desarrollando un seminario de formación política y en el primer trimestre vamos a explicar cómo fiscalizar una elección, como para que cuidemos los votos y que sepan cuáles son las picardías y las pillerías. Los cuadros políticos nuevos son los que están surgiendo ahora.
A los aparatos que se los queden ellos y hay que pasarles el plumero.
No por la edad, no me refiero a la edad, sino a que están años y años en el poder y ya están totalmente alejados de la gente. Tanto los Rodríguez Saá como sus principales cuadros políticos de cada uno de los departamentos y ciudades.
LG: Bueno, pero Rodríguez Saá ganó una elección hace año. Entonces, el desgaste de los cuadros políticos, ¿empezó hace mucho o fue este año?
CP: Ganó la elección, pero creo que en algo tuve que ver yo, que veníamos de una buena gestión. En algo tuvo que ver que conmigo al lado, él se comprometió a darle continuidad a muchas políticas que yo venía llevando adelante y que después las interrumpió. Mintió.
LG: ¿La intuyó a esta traición durante la campaña?
CP: No. Sufrí la mentira, al igual que todos los ciudadanos de San Luis. ¿Te acordás cuando decía más PIE, más Nuevas Empresas, más viviendas y más deporte? El gobernador que asumió en diciembre nos mintió.
LG: Usted era más cercano a Adolfo, que no lo critica tanto a usted, pero tampoco lo apoya.
CP: Lo que pasa es que uno tiene que tener en claro que el jefe de los dos siempre fue, es y lo será siendo el actual Gobernador.
LG: Muchos creen que es al revés…
CP: Sí, pero todas las decisiones importantes, alocadas o no, el senador las acompañó fuertemente, con silencio o con acción. Entonces el jefe es el actual gobernador.