Tras muy buenos shows de las bandas soportes, La Renga arrancó pasadas las 22.10 con “Corazón Fugitivo”, el primer corte del disco “Pesados Vestigios” que la banda está presentando en este tour. Otro tema nuevo que sonó entre los primeros de la noche, y que tuvo una increíble recepción por parte del público, fue “San Miguel”, canción dedicada a Miguel Ramírez, el joven muerto por una bengala en el show que la banda dio el 30 de abril de 2011 en La Plata para presentar “Algún Rayo”
Luego de ese gran arranque comenzó un viaje por toda la discografía de La Renga, en particular de los álbumes que salieron entre 1996 y 2003, incluyendo algunos clásicos que la banda no está tocando mucho últimamente. Así sonaron “El rito de los corazones sangrando” del disco “A dónde me lleva la vida” (1993); “Bailando en una pata”, del disco homónimo de 1995; “Desnudo para Siempre”, “El final es en donde partí”, “¿Cuándo Vendrán?”, “El viento que todo lo empuja” y “Hablando de la libertad” del álbum “Despedazado por mil partes” (1996); “El Twist del pibe”, “Bien alto” y “El rebelde” del disco “La Renga” (1998); “Motoralmaisangre”, “Al que ha sangrado”, “Panic Show”, “Arte infernal” y “En el baldío” del trabajo “La esquina del infinito” (2000); “A tu lado”, “Detonador de Sueños”, “En los brazos del sol” y “La razón que te demora”, pertenecientes a “Detonador de Sueños” (2003); “Oscuro Diamante” de “Truenotierra” (2006) y “Poder” y “Algún Rayo” de “Algún Rayo” (2010); solo por nombrar a algunos.
Claramente era un megarecital y el escenario estuvo a la altura de las circunstancias, con 3 pantallas gigantes en los que se proyectaba el show, agregándole efectos especiales, marcos, carteles con los títulos de algunas canciones e inclusive un video con tomas del Potrero y de los miles y miles de fanáticos que viajaron para ver el show. La escenografía también incluyó distintos niveles para que se formaran los músicos invitados y una espectacular y gigantesca iguana inflable detrás de la batería de Jorge “Tanque” Iglesias.
El sonido también estuvo a la altura de las circunstancias, pudiéndose distinguir claramente cada uno de los siete instrumentos que llegaron a sonar en los últimos temas de la noche. “Creo que algo hemos aprendido en todos estos años”, dijo el guitarrista y cantante Gustavo “Chizzo” Nápoli después de preguntarle al público si se escuchaba bien.
El único traspié de la noche fue en el arranque de “Oscuro Diamante”, cuando “Tete” y “Tanque” largaron con otra canción. “¿Quién carajo escribió la lista de temas?”, preguntó el “Chizzo”, riéndose de la situación y preparando el espectacular solo de guitarra con el que se despachó cuando “Oscuro Diamante” finalmente arrancó.
Y así fueron pasando las horas, entre músicos invitados, pequeñas charlas del “Chizzo” con la gente, que incluyeron más de una referencia a la espectacular noche que hizo en Potrero de los Funes, y los clásicos cánticos de la gente para alentar a La Renga. Con el “power trío” ya convertido en un “power septeto” sonó “Hablando de la Libertad”, tema con el que desde hace ya muchos años cierran sus recitales, y la noche llegó a su fin a las 00.30 clavadas.
A la salida, una friolera de 82 colectivos de larga distancia estaban formados en uno de los sectores del circuito destinado al estacionamiento, mientras que más de 40 esperaban en otro tramo del autodromo. De hecho, cerca de una decena de colectivos tuvieron que estacionarse en la ruta que va desde Potrero a Estancia Grande. A pesar de lo repleto que estaba Potrero, un muy buen operativo de seguridad y transporte permitió que la gente se retirara sin problemas y, mejor aún, sin ningún tipo de enfrentamiento con la Policía, cerrando así una velada realmente increíble y única en la historia musical de la provincia.
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