Esto culminó con un brutal enfrentamiento en una de las plazas principales del complejo habitacional, con cerca de 70 jóvenes enfrentándose en ella, con puños, armas blancas e inclusive de fuego. “El móvil de la comisaría está roto y nos dijeron que había que esperar. Ahí empezó una ola de robos fuerte, obviamente, como en todos los veranos que están los jóvenes ‘al dope’ en su casa empezaron a salir, empezaron a robar y empezaron a desvalijar”, contó Gabriela Richmond, una de las vecinas de la zona y miembro de la asociación vecinal Serranías Puntanas.

La mujer destacó que hay muchas familias numerosas en la zona sin ningún tipo de contención social, lo que lleva a muchos chicos estén en la calle delinquiendo y que se produzcan numerosos enfrentamientos de barras de chicos de diferentes barrios.

La situación se complica aún más a la hora de denunciar esta clase de hechos. “Vos no podés denunciar a tu vecino de al lado. Los que lo han hecho han sufrido represalias, les han destruido la casa e inclusive hay gente que ha tenido que vender la casa y se ha ido”, contó Gabriela.

Clave en reclamo de los vecinos ha sido lo que distintos efectivos que trabajan en la Comisaría 41 les han contado con respecto a sus condiciones laborales, las cuales incluyen falta de vestimenta adecuada, municiones y, como ya se dijo, de móviles policiales. Todo esto además, comentaron desde la Asociación Vecinal, les fue reconocido por Ignacio Muñoz, un funcionario del Ministerio de Seguridad.

Las próximas acciones que tomará la asociación vecinal será esperar si el Ministerio de Seguridad responde a sus reclamos, asignando más efectivos a la Comisaría y, cómo mínimo, un móvil policial que funcione. Si el Gobierno, que todavía tiene acéfalo el Ministerio de Seguridad, no cumple, la asociación no descarta realizar diversas medidas de protesta, pero siempre tratando “de conciliar de manera muy pacífica”.