¿Cómo terminaron en San Luis?
Según contó Liliana, Majb y Lana habían coordinado su venida al país con una llamante de Buenos Aires. Sin embargo, días antes de que dejaran Siria, se enteraron de que el lugar donde iban a vivir ya no era viable.

“De todos modos decidió que viajen para salir de la zona de conflicto, y una vez que estuvieron acá empezó a ver, mientras pasaron una semana en su casa, qué posibilidades había de resolver el problema. Así fue que se empezó a contactar con mucha gente hasta que dio con personas que le contaron del programa en San Luis. Entonces hicimos una reunión con Majb y Lana, les comentamos bien de qué se trataba. Y bueno, se entusiasmaron y nosotros también. El jueves y viernes empezó a estar la idea, el sábado yo me reuní con ellos y el martes viajamos para acá”, contó Scheines.

Con respecto a la situación de ellos en Siria, Scheines se negó a entrar en detalles, no queriendo contestar si ellos sufrieron algún tipo de persecución política y/o religiosa. “Es situación de guerra toda la sociedad lo sufre. Sufren unos, sufren familiares y es muy duro. Es una situación muy compleja la de Medio Oriente”, se limitó a decir la coordinadora, quien tampoco quiso revelar los apellidos de Majb y Lana. El único detalla sobre sus vidas que reveló, además de sus profesiones, es que son cristianos. “La cultura de ellos es muy similar a nuestra cultura”, dijo Scheines.

¿Cómo será su adaptación?
“El programa de la provincia es un acompañamiento de alrededor de dos años. Comenzamos con tres meses en la Universidad de La Punta, donde el foco es el idioma. Se hace un curso intensivo de español en la ULP. Y en esos tres meses vamos viendo cómo va a ser la inserción laboral y dónde se van a establecer”, explicó la coordinadora, señalando que el periodo de dos años podría variar según el caso.

¿Quién va a pagar por todo?
Durante esos dos años, aseguró Scheines, el rol del Estado no será pagar por todo, sino que consistirá en “coordinar una red de contención social, donde hay individuos, empresas, instituciones públicas y privadas y familias amigas que, de acuerdo a sus posibilidades, dice en qué puede ayudar”.

“Por ejemplo, en el caso de Majb tenemos la posibilidad de instalar un restaurante de comidas árabes. Y a medida que van teniendo un proyecto sustentable el Estado se va retirando”, dijo Scheines, quien agregó que “los departamentos en los que van a vivir son cedidos por un empresario”. A su vez, “otro empresario” fue quien ayudó a pagar los pasajes y la Sociedad Sirio Libanesa “dijo que ellos van a amoblar los departamentos”.

¿Quiénes los empleen van a tener que pagar un 10% extra por la ley de empleo puntano?
“Vamos a ver, en el registro de adherentes activos tenemos muchas personas que ofrecen la posibilidad de darles empleo, así que según la capacitación de cada uno vamos a ver que cada uno tenga el empleo donde mejor pueda desarrollar su capacidad”, fue la respuesta de Scheines, esquivando un poco el tema.

¿Cómo va a continuar el proceso de llegada de refugiados?
“La idea es que, cada dos meses, que vengan más o menos entre cuatro y seis familias. Quizás vayan a ser entre 35 y 40 familias a lo largo de 2017 y 2018. Vamos viendo de acuerdo a cuántas familias elijan venir a San Luis, porque esa es la idea, que sean ellos los que elijan venir acá. Por eso nosotros, en lugar de que vengan todo un contingente junto, preferimos que venga de a 4 o 5 familias porque nos da la posibilidad de tener un trato personalizado, de ver bien cuál es la situación de cada familia y cual es la capacitación que tienen para su inserción laboral”, explicó la coordinadora,
haciendo un gran énfasis en que todo este proceso también dependerá de si, con el correr del tiempo, los integrantes de la red de contención social pueden seguir colaborando como lo han hecho con Majb y Lana.

De igual manera, cada familia de refugiados ayudará a las que vengan, ya que eso es un requisito básico, junto a comprometerse a aprender el idioma, para formar parte del programa provincial.