Uno de los primeros temas que Ernesto Blarasín, secretario general de UTEP, destacó fue que el Frente Gremial puso sobre la mesa es el de las escuelas generativas y el hecho de que parecen ser la gran prioridad del Gobierno, dejando de lado a las escuelas públicas. Al respecto, Spinuzza les aseguró que todos los tipos de escuelas tienen la misma prioridad.
“Le dijimos que no. Los chicos en las escuelas públicas no tienen el mismo presupuesto, no tienen el mismo personal y no tienen directivos. En las escuelas generativas tienen un gabinete, en cambio en las escuelas no lo tienen y muchas ni siquiera tienen el personal completo docente”, comentó Blarasín, quien también contó que a la ministra se le planteó que los docentes de las escuelas generativas no son designados por la Junta de Clasificación Docente.
Este se debe a que las escuelas generativas son como las autogestionadas, en el sentido de que son privadas, pero es el Estado el que paga a la escuela “la cuota” de los alumnos. “La diferencia es que a las autogestionadas les dan el edificio con el mobiliario y la tecnología. En las generativas lo que hacen es adaptar un determinado espacio, que en este caso puede ser un sindicato, un club y cualquier otra organización intermedia”, explicó Blarasín. “O sea que cualquiera puede tener una escuela generativa. ¿Dónde está la formación? ¿Dónde está todo lo que se necesita para colocar una escuela, con todo lo que eso conlleva? Desde la currícula, desde la designación de docentes y la formación también de los chicos”, añadió el secretario de UTEP.
“Me fui con la perspectiva de una chica joven, pujante, con ganas de hacer, pero que se va a encontrar con una serie de limitaciones que son las políticas del Gobierno y que están muy claras. Las escuelas generativas van a prevalecer, donde no solamente hay una precarización laboral, sino también una cuestión del ciudadano que queremos formar”, dijo el gremialista, remarcando como los chicos pueden entrar y salir a cualquier hora, que no se los evalúa y que no llevan uniforme.
“Esperamos que no caiga en lo mismo de la gestión de Amitrano, donde dejamos de reunirnos por la sencilla razón de que no hubo ningún tipo de respuesta. A lo que ella nos contesta que la respuesta iba a ser por sí o por no, pero que ibamos a tener respuestas. Nos pidió un tiempito para terminar de organizarse y empezar a trabajar”, continuó Blarasín, quien destacó que esta ministra forma parte del proyecto que hace 35 años gobierna la provincia, por lo que tiene pocas esperanzas de que las cosas realmente cambien. “Me pareció que puede tener mucho voluntarismo, pero a la hora de las decisiones está muy complicado”, opinó el gremialista.
“Ojalá que podamos empezar a construir educación porque estamos bastante mal. Estamos en la provincia del contrato y de la flexibilización laboral. Estamos perdiendo un montón de derechos de la educación pública en un Gobierno provincial que levanta las banderas de la igualdad y de los derechos”, concluyó Blarasín