Son más de 100 kilómetros que fueron realizados por Rovella Carranza.
Ayer por la mañana, Vialidad Nacional dejó inaugurada la repavimentación de más de 100 kilómetros de la Ruta Nacional 146, la cual fue realizada por la empresa Rovella Carranza. Al acto de inauguración asistieron los diputados nacionales José Riccardo y Claudio Poggi, y el administrador general de Vialidad Nacional, Javier Iguacel, quien en esta otra nota dio detalles de las obras que Nación lleva a cabo en la provincia y en todo el país.
Lo primero que llama la atención de la obra es que la mayor parte de la repavimentación, que es entre la Capital y San Francisco, pasando por La Punta, tiene una terminación mucho más rugosa que la del asfalto habitual, lo cual ya ha llamado la atención de los conductores de los más de 8.500 vehículos que diariamente transitan por la zona. “Es una buena terminación. La gente la nota un poquito rugosa, pero eso contribuye a la seguridad, así que la gente tiene que estar muy tranquila porque está muy bien hecha la obra y responde a las exigencias técnicas que se puso al pliego”, dijo al respecto Jorge Follari, director de Vialidad Nacional en San Luis.
Por el lado de la empresa encargada de la obra, Fabricio Catáneo y Santiago Gulino, gerente y director de Obras de Rovella Carranza, respectivamente, explicaron que el microaglomerado que cubre un sector de 70 kilómetros, entre la Capital y San Francisco, se hizo con una lechada en frío. “Es una renovación de la condición superficial de la calzada, llevándola a una condición más seguro, con más adherencia del neumático al pavimento, sin ahuellamiento, con un perfil trasversal adecuado que permite que el agua llegue a la banquina”, explicó Catáneo, señalando que la elección de utilizar uno u otro sistema depende del tipo de tránsito del tramo y del estado previo de la calzada.
Por su parte, Gulino precisó que primero se hizo un trabajo de bacheo sobre el asfalto anterior y luego un “sellado integral” sobre el cual se colocó el microaglomerado final.
Finalmente, en el tramo entre Luján y San Francisco, que es de casi 40 kilómetros y que presentaba un deterioro mucho mayor de la calzada, se optó por hacer un microfresado, para darle un refuerzo estructural, sobre el cual se hizo una carpeta asfáltica tradicional.