Cumplió 9 meses de prisión, pero luego le dieron la libertad a la espera de su juicio oral. Está acusado de abusar de dos hijas de su ex pareja.

El pasado viernes, el Superior Tribunal de Justicia ordenó la prisión preventiva de Federico Guidugli, un empleado bancario que en 2016 fue procesado por el abuso sexual de dos hijas de su ex pareja, que en ese momento tenían 16 y 13 años, a quienes además habría narcotizado. 

Tras ser procesado en 2016, Guidugli cumplió 9 meses de prisión preventiva hasta que la Cámara del Crimen N° 2 le otorgó la libertad para esperar su juicio oral. Esto causó indignación en múltiples sectores de la sociedad puntana y Guidugli se convirtió en uno de los casos, junto al de Gabrielle Rubbiani, que más escraches y críticas sufrió por parte de diversas organizaciones feministas de la provincia.

“Los parámetros que debemos valorar ante una prisión preventiva es que la persona no vaya a entorpecer o a eludir el accionar de la Justicia. En este caso, no surgen del expediente elementos que nos hagan presumir valederamente que vaya a fugarse. El procesado vive y trabaja acá. Debe mantenerse, en la medida de lo posible, la libertad de la persona llevada a proceso. Para que la prisión preventiva no sea un adelanto de la condena, si no estaríamos incurriendo en una gravedad muy grande y podemos ser sancionados”, explicó Fernando De Viana a El Diario de la República sobre los criterios que aplicó la Cámara para ordenar la excarcelación.

Entre los escraches de las organizaciones feministas figura la subida a YouTube de un video en el que Guidugli dejaba su celular en el baño de su casa para filmar a las mujeres que lo utilizaban. 

Finalmente, tras 9 meses de libertad, Guidugli volvió a la cárcel. El hombre fue arrestado el jueves a las 21.30, en exactamente el mismo lugar donde fue arrestado por primera vez, su domicilio en Potrero de los Funes, donde se estima que se produjeron los abusos.