El jefe del Programa Epidemiología, Rodrigo Verdugo, dijo que “el alerta epidemiológico no ha llegado a San Luis”, en referencia a la bacteria que ya se cobró 5 vidas en diferentes puntos del país. “No es una bacteria rara, la conocemos y los médicos de la provincia están atentos ante posibles casos de pacientes con enfermedades en las vías aéreas”.
El streptococcus pyogenes es uno de los patógenos humanos más comunes. “Muchos hemos sufrido dolores de garganta, anginas, faringitis y probablemente haya sido a causa de esta bacteria, que es una de las principales causantes de estas sintomatologías”, explicó Verdugo en declaraciones a la Agencia de Noticias del Gobierno.
Las recomendaciones son las mismas que para una gripe: toser o estornudar en el pliegue del codo o pañuelo descartable, usar alcohol en gel, lavarse las manos. En caso de fiebre y dolor de garganta consultar al médico, quien evaluará si es bacteriano y el tratamiento antibiótico.
“Los tratamientos son los habituales de anginas o faringitis. Cada médico evaluará y dará el diagnóstico. Lo ideal es hacer un exudado y luego un cultivo bacteriano”, comentó.
Cuando aparecen pintitas blancas en la garganta (pus) puede orientar al médico a que sea una infección bacteriana, a diferencia de otras faringitis producidas por enfermedades virales. Esto se determina al observar la garganta.
Según detalló el especialista, muchas personas tienen la bacteria, pero no portan la enfermedad y cuando la bacteria encuentra a una persona susceptible aparece.
“Hay que tener cuidado cuando la fiebre es muy alta y no cede, cuando hay dolor de garganta fuerte, sobre todo si aparecen síntomas de que la bacteria haya dejado su nicho en las vías respiratorias para extenderse a otros tejidos u órganos. Si aparecen manchas en la piel, que son producidas por la bacteria que se está dispersando por la sangre, porque la bacteria tiene la capacidad de hacerlo, se puede dispersar”, explicó.
Asimismo, indicó que “la bacteria tiene la capacidad de invadir ¿Invade? Generalmente no, pero tenemos que tener en cuenta dos factores para que la bacteria se disperse: uno es la susceptibilidad del paciente, es decir los que tienen más probabilidad de sufrir una invasión por parte de la bacteria son los inmunodeprimidos, niños pequeños o adultos mayores, pero esto no evita que pueda pasarle a cualquier persona. El otro factor, ser una cepa de la bacteria con alguna característica genética que le proporciona mayor poder de invasividad. Este último punto seguramente lo deberán estar determinando epidemiólogos en Buenos Aires, Rosario o Misiones, sobre los casos registrados, para determinar si es una cepa más agresiva la que está provocando esas consecuencias”.