Como ocurre en la mayoría de las sesiones del Concejo Deliberante, un debate que no sirve en lo más mínimo para mejorar la vida de los ciudadanos de San Luis se apoderó del recinto. En este caso, se trató de un proyecto para declarar el beneplácito por las últimas medidas que ha implementado el Gobierno provincial, como el adelanto del aumento y los créditos a PyMes.
Ayelén Mazzina, autora de la iniciativa, comenzó diciendo que presentó el proyecto en cuestión “sin ánimos de ofender y de entrar en eternas discusiones políticas”; asegurando además que no era más que “un agradecimiento a lo que el gobierno de provincia de San Luis está haciendo en contraposición al fracaso del Gobierno Nacional”.
De más está decir que sus palabras ofendieron enormemente a los concejales de Avanzar y Cambiemos, dando pié de ese modo a un debate que se iba a extender por más de media hora.
“Pienso que todos los actos de gobierno y las políticas públicas que realmente estén encaminadas a mejorar la calidad de vida de los vecinos son una obligación y un deber implícito en todo mandato de un mandatario público. Si vamos a estar sancionando estos beneplácitos por cada uno de los actos que deben hacer por el ejercicio de su mandato, me parece que vamos a estar celebrando algo que debe ser así”, dijo, por su parte, el concejal macrista Javier Suárez, para quien la crisis “depende de la visión cada sujeto”.
Luego, su compañera de bloque, Celeste Aparicio, visiblemente más enojada por el proyecto, dijo que el mismo no le parece “nada positivo”. “Fomenta la división entre los sanluiseños, entre nosotros como bloques, nos obliga a pelear aquí y no busca el bien común”, dijo la concejal, tirando la chicana de que el proyecto no menciona el “impuesto a la pobreza que hizo el señor Gobernador o que ya dieron de baja a las becas para jóvenes”.
“Podríamos presentar miles de beneplácitos por la cantidad de obras que hace el Gobierno de la Nación o los programas que implementa, pero me parece que nuestra función como concejales debería estar abocada a unirnos como sanluiseños, unirnos como argentinos y encontrar los puntos en común”, continuó Aparicio, quien opinó que decir “el fracaso de un gobierno nacional es atentar contra la democracia”.
“Esta es la obsecuencia hecha proyecto. Lamento que tengamos que estar debatiendo este tipo de cosas. No es para nada necesario. Que las medidas son buenas, nadie lo niega. Yo incluso lo he dicho con lo crítico y opositor al gobierno provincial que soy. Pero no hace falta por cada medida buena que un gobierno toma estar declarando un beneplácito en un cuerpo deliberativo”, fueron luego las duras palabras del concejal Federico Cacace, de San Luis Somos Todos, quien además le dijo a los concejales de Unidad Justicialista que “en vez de estar declarando beneplácitos por ahí gestionen ante el Gobierno de la provincia el dinero para obras necesarias en la ciudad de San Luis”.
Después pidió la palabra el concejal Juan Domingo Cabrera, quien que entendía y que “tienen razón los dos espacios políticos”. Sin embargo, en vez de proponer que no se pierda el tiempo con esta clase de proyectos, consideró que “hubiera sido lindo” que también se declaren beneplácitos por obras como el parque fotovoltaico o el puente que construyó la Municipalidad en avenida Illia “para que el pueblo se entere”. “Que a lo mejor este proyecto, como dicen ellos, sea chupar las medias, sí, no lo discuto, pero es algo positivo”, añadió Cabrera.
Acto seguido, la ex poncista y ahora ultrarrodriguezsaaísta Daniela Serrano se despachó con una catarata de críticas al Gobierno Nacional, coronando así una media hora de debate que se desperdició en el debate de este proyecto que no le mejora la vida a nadie. No solo eso, Serrano, que al parecer no sabe que existen los medios de comunicación, sostuvo que este tipo de declaraciones del Concejo Deliberante son de “vital importancia” para que el pueblo se entere de las medidas del Gobierno provincial.
Esta irreal visión del Concejo Deliberante como un difusor eficaz de noticias fue compartida por Mazzina, quien retomó la palabra para pedir que se pase a votar el proyecto, el cual terminó siendo aprobado por 9 votos positivos (Unidad Justicialista más Luis “Piri” Macagno), 3 negativos (Avanzar y Cambiemos) y 3 abstenciones (San Luis Somos Todos).