Si bien la mayoría de los jóvenes llevan sus bebidas alcohólicas a El Trapiche y La Florida semanas antes de que rija la ley seca y empiece el operativo policial, enterrándolo en lugares clave o directamente guardándolo en las heladeras de las cabañas que han reservado; siempre hay decenas de personas que tratan de ingresar alcohol una vez que el operativo policial ya ha comenzado.

Para lograr pasar los controles policiales, los adolescentes esconden sus bebidas alcohólicas en algunos verdaderamente insólitos, como por ejemplo el interior de un pan o en el paragolpe del auto, y en otros no tan imaginativos, como encintado al cuerpo.

Una vez secuestrado, las bebidas el alcohol es “destruido”, como dice la jerga policial, volcándolo en un contenedor de basura.

Aquí algunas de las imágenes que prensa de la Policía de la Provincia compartió a través de los diferentes grupos periodísticos durante la semana pasada.