Efectivos policiales de la subcomisaria 20 de San Jerónimo, a cargo del oficial principal Heraldo Torino, realizaron un allanamiento en un domicilio de la calle Sainz, logrando la detención de un hombre que está sindicado como el autor de un violento robo y privación ilegítima de la libertad en un campo de dicha localidad.

El jefe de la Unidad Regional 1 (UR1), comisario general Carlos Villegas, informó que “el detenido será puesto a disposición del juzgado en el término que establece la ley en tanto que la investigación continuará”. Intervino en el caso el juzgado de instrucción N° 2, a cargo del juez Ariel Parrilli.

En el lugar del allanamiento, los efectivos policiales encontraron una de las armas que fue utilizada durante el violento asalto que sufrieron Ricardo Camargo y su esposa el domingo pasado, pasadas las 23 horas. Según relató a radio Popular, Carmargo escuchó ruidos en el techo de su casa y, confiado, abrió la puerta del patio, lo que fue aprovechado por tres delincuentes que ingresaron e inmediatamente le dieron un culatazo en la cabeza con una escopeta.

Si bien el hombre solo recuerda un solo golpe, recibió recibió cuatro puntos en la cabeza, otros tres en la ceja y uno en la nariz, la cual, a su vez, está fracturada.

Foto gentileza de radio Popular.

Mientras uno de los delincuentes les apuntaba al hombre y a su esposa, los otros dos revolvieron la casa. Camargo y su mujer luego fueron llevados y atados en el baño de la casa, donde les exigieron dinero y las llaves de su auto. Tras 15 minutos de dar vuelta toda la casa, los delincuentes robaron los ahorros del matrimonio ($114.000), celulares, un revólver, un equipo de música, y productos del comercio de Camargo, como bebidas, cigarrillos, linternas, alpargatas y zapatillas.

Los hombres estaban encapuchados y preguntaban específicamente por la plata, lo que evidencia que se trató de un robo planificado. El hombre estima que fue gente de la zona y, de hecho, cree saber quiénes fueron exactamente.

Tras el robo, la mujer de Camargo acudió a un vecino que vive a unos 300 metros de su casa y ellos llamaron al 911, pero nadie los atendió. Por ello, su vecino fue personalmente al destacamento policial de la zona y denunció el hecho. “Y al rato cayó una chica policía a pié, porque el móvil no arrancaba. Tardó casi media hora”, relató Camargo.

“En ningún momento pensé que esto podía pasar en San Jerónimo, por eso procedí y abrí la puerta. Uno está habituado a que con cualquier ruido salía afuera. Estaban ocurriendo cosas por la zona, de raterío y otros robos, pero sin violentar tanto”, concluyó Camargo.