Alberto Rodríguez Saá firmó ayer el decreto de adjudicación e inicio de obra para la construcción del Hospital Central “Dr. Ramón Carrillo”, que se erigirá frente a la autopista de las Serranías Puntanas. Una UTE (unión transitoria de empresas) compuesta por Semisa, Green SA y Lumma SA será la que realice esta obra, la cual supondrá una inversión de $7.099.623.643.

“Con esta obra nosotros estamos ingresando en un ámbito tan sensible como la salud pública, en lo que se conoce como la revolución de la inteligencia, de la ciencia y de la técnica; del mundo digital y de la robótica. No quiero exagerar, pero me dicen que es la obra más grande de Argentina. No existe un hospital gratuito y público con 400 camas y 16 quirófanos. Las puntanas y los puntanos atenderán a los puntanos que lo necesiten. Estamos engendrando un tiempo nuevo, abrazando lo más avanzado de la humanidad con algo tan sensible como la salud pública. Sintamos que estamos sembrando esperanza, necesitamos tener fe y esperanza porque mañana va a ser mejor”, dijo emocionado Rodríguez Saá durante el acto, el cual incluyó una suelta de globos con forma de corazón, fuegos artificiales y grandes máquinas viales que realizaron las primeras excavaciones en el lugar donde se construirá el hospital.

La ceremonia comenzó poco antes de las 21:00 con la llegada del jefe del Estado puntano al ala este de Terrazas del Portezuelo, donde fue recibido con aplausos por la gente y los invitados especiales. El lugar fue elegido especialmente porque da de frente a los terrenos donde se construirá el gran centro médico.

Luego, un video que emitieron tres pantallas gigantes destacó momentos del acto de colocación de la piedra fundamental, el pasado 16 de octubre, en el que remarcaron que el predio será de 32 hectáreas, contará con 52.000 metros cuadrados en su edificio con 4 plantas, capacidad de 400 camas y un total de 16 quirófanos. “Tenemos que hacer lo que nos enseñó Ramón Carrilo”, expresó Rodríguez Saá en el audiovisual.

Luego, el locutor oficial invitó al gobernador a firmar el decreto 6.707, correspondiente a la adjudicación de la obra civil y equipamiento del hospital y a la firma del contrato de inicio de las tareas para la UTE. Eran las 21.04 cuando Alberto estampó su firma en el papel junto al ministro de Obras Públicas e Infraestructura, Felipe Tomasevich, y el representante de las tres compañías constructoras, Daniel Griotti.

Minutos más tarde, todo quedó en penumbras y un haz de luz iluminó a la cantante Silvia Cámara Guillet y al tecladista Juan Sebastián Vasallo, quienes interpretaron una canción melódica con una letra cargada de esperanza. Una ovación del público agradeció su performance.

Las luces volvieron a encenderse y una docena de niños y niñas, vestidos con remeras blancas ingresaron al medio del predio tomados de la mano y armaron un corazón. La pequeña Luz Viteri hizo su ingreso con un puñado de globos rojos y, de la mano del Gobernador, ingresó al centro de la formación que habían armado los otros chicos y soltó al aire globos con forma de corazón, a modo de “señal de esperanza por lo que vendrá”. Al mismo tiempo, desde los parlantes, se escuchaba el latir de un corazón.

“Algo nuevo que estamos engendrando, firmamos y enseguida veremos las máquinas en el nuevo sitio donde estará este emprendimiento maravilloso. Es una obra que tiene un valor económico, quizás el más alto que haya invertido la Provincia en su historia. En términos nominales sin dudas es así. Y también en términos comparativos. Pero esta obra quiero que la interpretemos de la siguiente manera. Cuando estaba sentado en los despachos nacionales para hablar sobre la deuda que la Nación tiene con nosotros me preguntaron qué pensábamos hacer con la plata. Les conté, entre otros, el sueño de esta obra. Y encontré la siguiente respuesta, que es para darse cuenta de cómo nos miran a veces. E inclusive para ver cómo nos miran también adentro de San Luis. ‘¿Pero cómo harán una obra de un hospital tan grande en una provincia tan chica? ¿Cómo harán una obra de 400 camas y 16 quirófanos si San Luis necesita mucho menos?’ Bueno, contesté yo, ‘porque nosotros tenemos derecho a ingresar a la ciencia y la técnica, tenemos derecho a contar con un polo regional para que cualquier argentino pueda venir a nuestro hospital. ¿Por qué tiene que ser sólo Buenos Aires y no San Luis?’ Ésa es la mirada del poder central. Ellos me preguntaron, ‘¿por qué no se hace esa obra en otro lado?’ Bueno, no sé por qué no la hacen las otras provincias. Es algo que no debo responder yo. Sí puedo dar respuesta de por qué hacemos esta obra”, relató “el” Alberto.

Miles de capacitaciones
“Hace unos días comenzamos, junto a los ministerios de Salud, Ciencia y Tecnología y la Universidad de La Punta, con capacitaciones que serán para aquellos que ya integran el sistema de salud y para aquellos que van a ingresar a ese ámbito. Haremos un número de 2 mil o 3 mil capacitaciones. Porque cuando inauguremos la obra, dentro de dos años, que la vamos a inaugurar nosotros, ese mismo día ingresarán a hacer funcionar el cemento, a hacer funcionar la aparatología, la inteligencia artificial y con el corazón, de miles de puntanos jóvenes y no tanto que se capaciten para hacer funcionar esta obra”, adelantó Alberto.

Inteligencia artificial
En otro orden, el primer mandatario provincial hizo hincapié en el significado de la construcción y los adelantos tecnológicos que ostentará. “Yo no quiero exagerar. Pero así me indicaron que dijera. Es la obra pública más grande de la Argentina. No hay un hospital público, gratuito, que tenga 400 camas, 16 quirófanos, residencias médicas, salas de conferencias, la mejor conexión a internet, los accesos para llegar desde autopistas al hospital. Una obra que tiene ‘Watson’, la mayor inteligencia artificial del mundo que nos responderá si está bien el diagnóstico, si es correcto el tratamiento propuesto, si es preciso el pronóstico. Nos ofrecerá otros tratamientos e indicará el mejor tratamiento. Por eso digo que ahora arranca el cemento, las máquinas. Luego llegarán los puntanos y puntanas para dar el mejor servicio del mundo en pos de la salud de los sanluiseños y de todos aquellos que lo requieran. Los atenderemos en nuestro hospital”, sostuvo.

“También tendremos a ‘Da Vinci’, un robot que opera a una altísima seguridad, de la manera menos invasiva que se conoce. ‘Da Vinci’ requiere atrás a nuestro cirujano y los especialistas en torno al paciente. Es un robot que, si una persona puede hacer 30 cirugías por mes, ‘Da Vinci’ puede hacer 300. Estaremos muy contentos con ello”, enfatizó.

“La provincia va por buen rumbo”
Casi en la despedida, el gobernador subrayó los logros de la Provincia y “un desarrollo que la distingue del resto de los distritos del interior del país”. “No sé, por ahí exageramos y decimos ‘San Luis es otro país’. Argentina pasa por momentos muy difíciles y sería un alarde decir ‘San Luis es otro país’, lastimaríamos a nuestros hermanos argentinos. Pero sí podemos decir con orgullo que somos distintos, que tenemos otro camino, a veces diverso a otros gobiernos, pero sabemos que nosotros vamos a buen rumbo”, remarcó.

En la despedida, Rodríguez Saá volvió a destacar la figura del gran médico argentino que le dará nombre al gran hospital sanluiseño. “¡Viva Ramón Carrillo! Un gran hombre que nos enseñó todo sobre medicina. Por eso elegimos ese nombre, para que al entrar al hospital su nombre nos ilumine. Quiero repetir la frase que él le dijo al mundo. ‘Las enfermedades no las producen los virus o las bacterias, las producen la pobreza’. Por eso nosotros combatimos la pobreza, luchamos contra ella. Tenemos que fulminar la pobreza, pero hay que salir de ella para darle la mejor calidad de vida a nuestro pueblo. Y qué mejor que en ámbito de la salud. ¡Viva Ramón Carrillo! ¡Viva la provincia de San Luis! ¡Viva la esperanza! ¡Lo mejor para el año que viene! Dentro de dos años estaremos, los mismos, inaugurando este hospital”, concluyó el gobernador.