
Al igual que la semana pasada, la sesión de día de ayer en la Cámara de Diputados volvió a tener una escasísima actividad legislativa, con solo un tema en el orden del día, que fue una moción de preferencia, y 11 proyectos de declaración.
Entre todos esos proyectos, se destacó uno de la diputada Emma del Castello, quien pidió que se declare de interés legislativo “la puesta en valor del TANQUE DE AGUA DE OSM en el AÑO CENTENARIO y a la ejecución de la obra ‘PASEO DEL TANQUE’”.
Lo insólito no es que el proyecto se trate de un tanque de agua, ya que ese en particular no es un tanque común y además es un emblema de la ciudad de Villa Mercedes, sino que claramente se trata de una declaración que pertenece a la órbita municipal, en un Concejo Deliberante, no en la Cámara de Diputados provincial.
Si cada diputado empieza a presentar proyectos por las obras que realizan las municipalidades de sus respectivas localidades, las declaraciones de interés legislativo van a ser decenas por sesión.
Otro proyecto que se destacó entre los que siempre se presentan para estas fechas (como la muerte de Evita Perón, el Día de la Independecia o el Día del Locutor Nacional) fueron los de declarar beneplácito por la acreditación de la carrera de posgrado “Especialización en Derechos Humanos y Acceso a la Justicia” y por el curso de posgrado “La Salud como derecho. El Sistema de Salud Argentino, historia y situación actual”. Tanto la carrera como el curso se dictarán en la Facultad de Ciencias Económicas, Jurídicas y Sociales (FCEJS) de Villa Mercedes. El primer proyecto pertenece a los diputados Ramón Díaz, Alejandro Cacace, Elena Pastor y Gastón Hissa del bloque San Luis Unido, mientras que el segundo a Francisco Irusta, Sonia Delarco, María Eva Morel y Ramón Alfredo Domínguez de Unidad Justicialista.
En este contexto, es normal ver proyectos sobre la acreditación de carreras como Medicina, pero si se llega a presentar una declaración por cada curso que se dicte en una facultad de la provincia, las sesiones podrían volverse realmente interminables.
Para finalizar, el proyecto de Unidad Justicialista referido a “manifestar beneplácito por la inclusión digital y el avance tecnológico que se desarrolla en la provincia de San Luis, permitiendo el acceso a la información, comunicación e inserción de todos sus habitantes” probablemente se lleve el premio al más chupamedias del año.
Es común que se presenten proyectos similares cuando se anuncia un plan, se inaugura una obra o se adquiere equipamiento para una determinada dependencia pública. Obviamente esos ejemplos son también una chupada de medias, pero al menos giran en torno a alguna “novedad”, por así decirlo, que justifica su tratamiento. Pero este proyecto de los diputados Sonia Delarco, María Eva Morel, Francisco Ibar Irusta y Alfredo Domínguez salió de la nada, con el simple propósito de tirarle flores al Gobierno provincial. No ha habido ningún anuncio en material de inclusión digital en las últimas semanas que justifique este proyecto que, tranquilamente, pueden volver a presentar en agosto, septiembre, octubre y noviembre (diciembre no porque ya comienzan sus vacaciones de 4 meses).
¿Qué es un proyecto de declaración o beneplácito?
Es un papelito que les llega, generalmente, a los organizadores de un evento, diciendo que la Cámara de Diputados lo declaró de “interés legislativo” o su “beneplácito”. ¿Qué beneficio implican estos papelitos para los organizadores? Absolutamente ninguno más allá de poder decir que fue declarado de “interés legislativo” o “beneplácito”, como si eso revistiera algún honor.