El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Jorge Garro, aseguró que se perdieron 900 empleos en el sector en la provincia durante la presidencia de Mauricio Macri. Por estos días, sigue la crisis en Zanella en la cual la empresa pasó de querer despedir a 44 personas a 32 despidos.

Garro señaló que el sector metalúrgico en San Luis tenía 2.500 trabajadores años atrás, lo que significa que se perdieron el 37% de puestos laborales en el sector en casi cuatro años.

“Desde que arrancó el gobierno de Macri, lo vamos a decir porque es así, al año ya empezó el desfase de los despidos, suspensiones y cierres de fábricas, no solamente en la provincia. En todo el país, tenemos un cierre de fábricas impresionante y despidos impresionantes. Es algo que nunca se ha visto en tan poco tiempo. Es impresionante que en cuatro años se rompiera la industria argentina”, consideró Garro.

“El Parque Industrial Norte y Sur están en alerta desde hace bastante tiempo. En la provincia de San Luis tengo hasta este Gobierno, 900 trabajadores afuera de distintas fábricas. Dos fábricas cerradas tengo. Se fue Conarco con 50 trabajadores. Este año me cerró Envases del Plata que dejamos 40 trabajadores en la calle”, aseguró Garro, quien afirmó que la pérdida de empleos es mucho mayor por los trabajos indirectos que generaban ambas fábricas que cerraron.

El gremialista comentó que el año pasado, en la fábrica Mabe hubo el retiro voluntario de 50 trabajadores que los rotuló como despidos. Por otra parte, Polimetal, una fábrica radicada desde hace años, suspendió a el 70% personal por tres meses que vence a fin de mes.

Zanella pretendía despedir sin causa 44 trabajadores con 15 años de antigüedad de los cuales 42 son afiliados a la UOM. “Nosotros hemos pedido de los 42 trabajadores sean menos despedidos. La empresa hasta hoy despidió 32 compañeros, no fue la totalidad”, contó garro, agregando que hay otros dos despedidos que no son afiliados al gremio que conduce.

Una hora antes de la conferencia de prensa en la UOM hubo otra en la sede de la CTA. Un grupo de los trabajadores despedidos descontentos con la UOM rechazaron el pago de las indemnizaciones en 12 cuotas que ofreció la empresa. Alegaron que la UOM los quería obligar a aceptar tal propuesta.