En la fila de arriba: Serrano, Rosales, Espíndola (que votó a favor) y Mazzina.

Sin lugar a dudas, los concejales de Unidad Justicialista estaban esta mañana en una complicadísima posición. Tenían que, por mandato “de arriba”, votar en contra de la boleta única de papel (BUP), un sistema electoral de probada eficacia no solo en materia de transparencia, sino también en términos económicos. Para colmo, no habían dado quórum por dos sesiones consecutivas, por lo que echarse otro faltazo ya no era una opción. Hoy sí o sí tenían que ir, poner la cara, decir “me opongo a este sistema transparente y económico” y tratar de poner una excusa que suene medianamente razonable.

Claramente, no había forma de salir bien parados y quizás fue por eso que algunos ediles desistieron de esta postura. Por ejemplo, Johana Sosa y Luis “Piri” Macagno directamente no fueron a sesionar, sumando así tres faltas consecutivas; mientras que Daniel “el Negro” Ferreyra sorprendió a todos los presentes anunciando que iba a votar a favor de la BUP. El que no sorprendió con su voto a favor fue Roberto González Espíndola ya que fue él quien presentó en junio de este año el proyecto para dotar de un marco legal a este sistema que no tiene precedentes en nuestra provincia. Por último, el presidente del Concejo, Juan Domingo Cabrera, tuvo la suerte de que el intendente dijera que se iba a ausentar del Ejecutivo, por lo que tuvo que hacerse cargo de la intendencia y no pudo participar de la sesión.

Así fue como solo quedaron Norma Rosales, Daniela Serrano, Ayelén Mazzina y Virginia Ortega para votar en contra de la BUP. ¿Qué fue lo que se les ocurrió para justificar su voto? Criticar al intendente por cómo realizó el llamado a elecciones y rogar que nadie se de cuenta de que eso no era lo que se estaba debatiendo. Desafortunadamente, su estrategia no les salió muy bien e inclusive una de ellas terminó reconociendo que las críticas a Ponce, si bien muchas de ellas eran acertadas, no tenían “nada que ver con la discusión de fondo”.

“Estamos de acuerdo con la boleta única de papel. Con lo que no estamos de acuerdo fue el accionar del señor intendente y cómo llamó a elecciones, por un decreto, y nos pasó por arriba a nosotros, el Concejo Deliberante”, dijo Normal Rosales, que fue la primera concejal de Unidad Justicialista que hizo uso de la palabra. Inmediatamente, Rosales fue abucheada por los militantes del oficialismo municipal que estaban en el patio del Concejo y que sabían perfectamente que eso no tenía nada que ver con el proyecto para dotar de un marco normativo a la BUP.

La concejal también cometió un furcio segundos después, cuando acusó al oficialismo municipal de querer “imponer transparencia”. Otra crítica que hizo la concejal fue con respecto a la capacitación del electorado en el uso de este sistema. “No subestimamos al electorado, queremos que los vecinos sepan como es, pero nos queda muy poco tiempo para la elección y eso es lo que nosotros vemos como perjudicial para los vecinos”, dijo Rosales, sin reconocer que una de las razones por la cual “queda muy poco tiempo” son las demoras que se han generado dentro del mismo Concejo Deliberante. Al fin y al cabo, el intendente anunció la utilización de la BUP en febrero de este año, mientras que el proyecto de Espíndola se presentó en junio. O sea que ha habido meses de sobra para el tratamiento del marco normativo.

Luego tomó la palabra la concejal Daniela Serrano, quien continuó con las críticas hacia cómo Ponce realizó el llamado a elecciones, pero no hacia la BUP, que era lo que efectivamente se estaba debatiendo. “El Ejecutivo nunca convocó a las autoridades partidarias para dar la discusión con respecto a esto, que no es que el intendente les tenga que pedir permiso”, dijo Serrano, sin realizar una sola observación sobre el sistema que se estaba votando.

Otras críticas que hizo Serrano fueron sobre la publicidad oficial que ha hecho la Municipalidad promoviendo el uso de la BUP, y el hecho de que se hayan adquirido las boletas antes de que este proyecto fuera aprobado. Si bien son críticas más que válidas, las mismas tendría que haber sido parte de un proyecto de repudio o de un pedido de informe.

“Ha hecho todo mal el señor intendente. Ha desoído y le ha dado la espalda a uno de los poderes del Estado Municipal que es el Concejo Deliberante. Ha hecho todo mal”, dijo Serrano, quien increíblemente terminó su discurso reconociendo que todo lo que dijo no tenía nada que ver con la BUP. “Voy a acompañar el despacho de mayoría rechazando el proyecto por esto que acabo de mencionar, que en realidad no tiene nada que ver con la discusión de fondo, y también lo quiero decir, porque el proyecto de la boleta única de papel me parece un proyecto muy saludable, que efectivamente trae mayor transparencia y mayor igualdad de condiciones para todas las fuerzas políticas”, concluyó Serrano, con una frase que realmente va a dar que hablar.

Enojo con la prensa
Serrano coronó su lamentable alocución de hoy atacando a la prensa, refiriéndose a “algunos medios de nuestra ciudad, algunos de los más amarillista y lo más mentiroso que se pueda leer”, quienes habrían señalado la jugada que Unidad Justicialista quería hacer no dando quórum para el tratamiento de la boleta única de papel, pero que no dijeron nada cuando el oficialismo municipal no dio quórum para la aprobación de las cuentas de inversión 2018. Claramente, Serrano no se refería a La Gaceta Digital, porque este último hecho fue cubierto por este medio y, además, la nota incluyó una cita suya que acusaba una “inasistencia coordinada para no dar tratamiento a las cuentas de inversión”.

De igual manera, no sorprendería que la concejal sí haya querido apuntar a La Gaceta, ya que este medio fue el que dio a conocer que La Cámpora, agrupación de la cual ella fue la líder en San Luis por muchos años, en abril de 2015 todavía no había entregado una serie de donaciones destinadas a los afectados por las inundaciones del norte provincial ocurridas a comienzos de marzo de ese año. Este medio también fue el que dio a conocer la movida que la concejal hizo, agarrándose de una ordenanza mal derogada, para tener más empleados políticos en el Concejo; y ha señalado innumerables contradicciones que ha tenido en sus discursos los últimos años.