“Faltó a 15 sesiones, que son casi 4 meses, ¿y ahora se le ocurre pedir licencia?”, dijo el presidente del Concejo Deliberante, Juan Domingo Cabrera, en un breve contacto con La Gaceta, luego de solicitar en la sesión de ayer que el pedido de licencia de la concejal Johana Sosa no sea aprobado, sino que sea derivado a la comisión de Interbloque.
Esto que ocurrió es algo muy poco común, ya que lo habitual es que los legisladores, sean del ámbito que sean, actúen como una “corpo” y siempre se cuiden las espaldas entre ellos. Aún más inesperado fue que haya sido Cabrera, un compañero de Sosa en el bloque Unidad Justicialista, quien pidió que el proyecto pase a la comisión de Interbloque. Para colmo, el pase fue aprobado por unanimidad.
“Acá, mientras Cabrera esté de presidente, ningún concejal tiene coronita”, manifestó el presidente del Concejo Deliberante, quien desde el comienzo de su gestión está luchando contra el tema de las ausencias de los concejales. Con este objetivo, Cabrera presentó un proyecto para que se puedan efectuar descuentos de sueldos y condenar a tareas comunitarias a aquellos concejales que no justifiquen sus faltas. Desde que fue presentado, el proyecto duerme en la comisión de Legislación e Interpretación.
Sosa lleva un total de 15 ausencias este año, 9 de las cuales han sido consecutivas, desde el 25 de julio hasta este jueves 12 de septiembre. Si bien es sabido que está con un problema de salud, Sosa nunca pidió licencia, sino que, cada jueves, daba aviso de que iba a faltar y presentaba un certificado médico. Así fue como ya han pasado dos meses consecutivos y casi 4 en el año en los que la concejal no ha ido a trabajar, pero ha seguido cobrando su dieta.
El que no haya pedido licencia complica las tareas de las comisiones que integra y, en particular, de las que preside, como ya vimos hace dos semanas, cuando Unidad Justicialista quiso rechazar el despacho de la comisión Investigadora referido al pedido de juicio político en contra del juez de Faltas, Alejandro Ferrari. En dicha ocasión, Unidad Justicialista pidió que se declare la nulidad del despacho de la comisión Investigadora, “considerando que no cumple con lo previsto en el Reglamento Interno”, ya que no estaba asentada la reunión en los libros de actas. Esto fue tomado como una falta de respeto por la poncista María José Domínguez, quien procedió a explicar que no fue posible asentar la reunión ya que los miembros de la comisión no tienen acceso al despacho de la concejal Johana Sosa, que es la presidenta de la misma, debido a sus ausencias.
Ahora que el pedido de licencia pasó a comisión, en vez de ser aprobado sin pensarlo dos veces, como siempre ocurre en los ámbitos legislativos; queda esperar si le será otorgada con goce de haberes o no.