En un año de campañas con escasas propuestas concretas, el candidato a intendente del oficialismo municipal, Enrique Picco, se animó a hacer varias de ellas en su acto de lanzamiento de campaña, que se realizó el pasado viernes al mediodía en la Sociedad Española.

El acto tuvo una marcada presencia radical, partido político del cual proviene Picco y con el cual la intendencia de Enrique Ponce ha fortalecido sus lazos en los últimos meses. De hecho, el primero discurso vino de la mano del intendente saliente de Santa Rosa del Conlara, Miguel Postiguillo, quien, sin dar nombres, tiró unos palos al sector radical que todavía permanece aliado con el de Claudio Poggi.

Los siguientes oradores fueron los dos primeros candidatos a concejales de San Luis Somos Todos: Carlos Ponce y Silvia Di Gennaro, quienes resaltaron distintos valores peronistas y la gestión de Enrique Ponce.

Luego llegó el turno del intendente, quien se mostró muy emocionado e, inicialmente, dedicó varios minutos a elogiar a Postiguillo, pidiendo un aplauso para él y “para todos los que tengan las agallas para enfrentar el poder”. Recordó además la lucha por la autonomía municipal y la lucha de su padre, el ex intendente Carlos Ponce, realizó algunas críticas con nombre y apellido al Gobierno provincial, como “Alberto Rodríguez Saá, entregale insulina a los pibes de los barrios que están con diabetes”; y le cedió la palabra a Enrique Picco, no sin antes anunciar que su candidato “va a cumplir, va a generar trabajo. Va a generar bajas de las tasas para los comerciantes, para los industriales, para que se promueva la creación de fuentes de trabajo genuinas”.

“Estoy tomando el compromiso de trabajar por un sueño. Y este sueño lo haremos entre todos. Agradezco a peronistas y radicales, a los independientes, a las asociaciones vecinales y a mi querida familia municipal. Con orgullo lo digo, porque se el esfuerzo y el trabajo que hacen todos los días para mejorar nuestra ciudad, porque trabajamos por los demás, porque tenemos la vocación de servir al prójimo, de trabajar desinteresadamente”, fue una de las primeras cosas que dijo Picco, quien recordó a su abuelo, el primer intendente del regreso de la democracia, y sus orígenes radicales, para luego rememorar los años en que trabajó para Carlos Ponce. “Ahí entendí que el trabajo por el bien común era la brújula de mi vida”, dijo Picco.

El candidato comenzó trazando algunos objetivos generales, como ser que quiere “una ciudad inteligente, innovadora y sustentable”, con una gestión “transversal”. También aseguró que “el futuro de la ciudad está en Granja La Amalia”, que esta será la “nueva centralidad de San Luis para los próximos 25 años”, y que “creceremos ordenadamente, creceremos en armonía”.

Ya en los últimos 10 minutos de su discurso, Picco se le animó a las propuestas concretas, esas que son una espada de doble filo, que pueden entusiasmar a muchos, pero también usarse en su contra si no logra cumplirlas. Así fue como anunció la construcción de 1.600 viviendas, 4 nuevas fábricas municipales (que serán cooperativas), y “un círculo virtuoso de capacitación, de microcréditos, y a través de ellos garantizaremos el consumo en nuestros propios supermercados municipales”. El candidato también prometió una nueva planta de agua potable en la zona noreste de la ciudad, ampliar la de tratamientos cloacales, mil cámaras de seguridad y centros de monitoreo.

En materia de Transpuntano, anunció la compra de nuevas 30 unidades y aseguró que “la empresa seguirá siendo municipal”. “No nos vamos a dejar poner palos en la rueda. Vamos a seguir defendiendo el boleto estudiantil y jubilado gratuito”, dijo Picco, a la vez que anunció un “boleto gratuito para aquellos trabajadores que andan recorriendo la ciudad para buscarse un trabajo digno”.

“Trabajaré con el Gobierno Nacional que triunfe, con el gobierno provincial, pero siempre haciéndonos respetar la autonomía municipal”, concluyó el candidato de Ponce.