Tras obtener media sanción en el Senado, el marco jurídico para las escuelas generativas se aprobó este miércoles en la Cámara de Diputados por 30 votos a favor y 1 en contra. “Las escuelas generativas nacen de un proyecto pedagógico diferente, en la búsqueda de opciones de innovación, para poder llevar una respuesta a grupos de alumnos o comunidades donde es necesario que los chicos tengan acceso a la educación. Hoy, este proyecto le da el marco jurídico necesario para poder continuar con estos proyectos y para poder afianzar”, destacó la diputada Sonia Ramoska, que fue la miembro informante de este tema.

La legisladora luego señaló que “es una opción más en la búsqueda de poder mejorar la educación de nuestros chicos”, que “nace en respuesta a una sociedad que tiene hoy no solo alumnos distintos entre sí, sino contextos distintos y diversos”, por lo que busca “darles la misma oportunidad para que lleguen de distintas maneras a un mismo fin”.

En este sentido, la diputada también destacó que la Ley de Educación Nacional, de 2007, incorpora la figura de las escuelas de gestión social, “que son aquellas que están a cargo de organización no gubernamentales, de clubes, de asociaciones, que son una parte importantísima de nuestra sociedad y a través de este proyecto les damos la posibilidad de participar de la formación de nuestros alumnos desde un lugar formal dentro del sistema educativo”

Asimismo, Ramoska explicó cada escuela generativa fue creada a través de un decreto del Poder Ejecutivo. Con este marco jurídico, distintos tipos de organizaciones no gubernamentales podrán crear su escuela generativa, siempre y cuando el proyecto educativo sea aprobado por el Ministerio de Educación de la provincia. Gracias a este marco jurídico, todas estas escuelas podrán otorgar títulos de validez provincial y nacional.

Por el lado de la oposición, si bien la mayoría de los legisladores brindó su apoyo al proyecto, también se vertieron algunas críticas a “la improvisación” del Gobierno con la que el Gobierno implementó este y otros sistemas educativos, como las escuelas públicas digitales, las autogestionadas, o las charters.

“Si bien todos hacemos una defensa orgullosa de la escuela pública, es cierto también que ha medida que avanzan los tiempos y vemos el deterioro que hay en la calidad educativa en nuestra provincia, en nuestro país y en nuestra región, queda claro que las formas tradicionales de la educación, concebidas en el siglo XIX, no responden a muchas de las demandas actuales y por eso es importante innovar en otros modelos”, dijo Alejandro Cacace, presidente del interbloque San Luis Unido.

Para concluir, el diputado opositor destacó la importancia de que “una experiencia que ya está funcionando en la provincia debe tener un marco regulatorio que la rija”, y pidió que “no se descuide el financiamiento de la educación pública de gestión estatal o de la escuela pública tradicional”.

Otro opositor que hizo muchas críticas a la política educativa del Gobierno fue el radical Juan Manuel Rigau. “La educación no es una cuestión de prueba – error constante, donde el alumnado es alguien a quien exponemos a una cuestión casi experimental, de ver cuál de todos los métodos que tenemos en la provincia va funcionando”, dijo el diputado. Rigau también opinó que “pareciera que el Gobierno con esto lo que quiere es desarticular al gremio docente”, destacando que todavía no se resuelven reclamos históricos, como el doble cargo docente o el pago de horas “en negro”.

El diputado también denunció que muchas de las escuelas generativas rurales anunciadas para este año no empezaron las clases, por lo que muchos alumnos quedaron fuera del sistema educativo, ya que no se anotaron en las escuelas tradicionales. “No escuchás que el Gobierno tenga alguna respuesta de cómo lo va a solucionar”, dijo el diputado, preguntando además qué solución se va a ofrecer para que los chicos puedan llegar a las escuelas.

“Creemos que el Gobierno no toma con seriedad el tema educativo. No ha planteado, no ha convocado a los gremios como corresponde. No ha hecho una reunión con los legisladores para decir qué es lo que queremos hacer en educación de acá a 50 años, no de acá a que se nos ocurra que tipo de escuela vamos a hacer mañana”, concluyó Rigau.

A pesar de estas críticas, el legislador votó a favor del proyecto, el cual terminó siendo aprobado por 30 votos positivos a 1 negativo.