El ex comisario mayor y abogado Alejandro Miranda denunció en la fiscalía de turno a las autoridades del Instituto Superior de Seguridad Pública por el presunto hostigamiento, persecución y maltrato a su hija, una cadete de primer año. El letrado afirma que es una represalia por su reiterado accionar en defensa de los policías en contra del Gobierno.
Los denunciados penalmente son la vicerrectora del Instituto Superior de Seguridad Pública, María Abrahin; el jefe de Cuerpo de Cadetes, el comisario Walter Cuello; el jefe de Compañia de primer año, el comisario general Walter Verdu; y los instructores de Campaña de primer año, Anahí Becerra y Ricardo Suárez Sosa.
“Cuando ella entra a la etapa de adaptación nadie sabia entre las cadetes de primer año que ella tenía a su hermana que es oficial principal jefa de estudio en el Instituto, ni que yo soy comisario mayor retirado para no confundir la situación y no se malinterpretara. Al poco tiempo de conocerce esta situación, comenzó la persecución contra ella. Se llevó a cabo prinicpalmente a través del oficial principal Suárez, algunos cadetes de tercer año, la intructora Becerra. Hay que aclarar que no todos los instrucores han participado de acciones de persecución contra mi hija”, expresó Miranda.
El abogado relató que su hija Ailín presentó en agosto a Suárez un informe en el que denunció que era víctima de malos tratos por parte de sus dos compañeras de habitación. “Suárez en vez de tomar las medidas que corresponden, la presentó ante toda la compañia como una líder conflictiva como alguien a quien no debían seguir los cadetes. Siempre que podía la presentaba como una cadete que no estaba preparada para realizar las actividades del Instituto cuando ella tiene los primeros promedios en estudio y en físico”, comentó.
Por otra parte, la instructora Becerra sancionó a la cadete con tres días de arresto por pronunciar supuestamente una palabra obsena. Miranda cuestionó que Becerra no especificara en la sación cuál fue la palabra que dijo Ailín ni tampoco cuándo y dónde, ya que es fundamental esa información para ejercer el derecho de defensa. “Deduciendo por la fecha en que la inspector le coloca la sanción, la fecha en que confecciona la nota, mi hija no se encontraba en el Instituto estaba por asistencia a su hijo enfermo”, aclaró.
Ailín presentó un descargo negando haber cometido la falta, pero según Miranda, Becerra le agregó ocho días más de arresto “por el solo hecho haber negado que cometió la falta”.
El abogado contó que el comisario Cuello mandó a llamar a Ailín y la interpeló por cuestionar a los instructores. “Además de maltratarla le dijo: ‘Usted no se va a recibir’. La reunión provocó una crisis en la joven cadete de 26 años. Tuvo una neurosos de angustia y acoso psocológico – laboral – institucional, diagnosticado por el Dr. Juan Carlos Di Genaro, quien emitió un certificado de 30 d{ias de licencia.
Otro supuesto maltrato que narró el abogado es que cuando la compañia salía a correr desde el Instituto hasta Cruz de Piedra, Suárez ordenaba que Ailín corriera frente al grupo cortando el tránsito en las arterias. También le ordenaba que pasara a la retaguardia del grupo para que no quedara ningún rezagado y que luego volviera al frente del grupo. Finalmente, en los últimos 800 metros debía “llegar a carrera con Suárez”.
Miranda estuvo en la Policía provincial durante 27 años y se retiró como comisario mayor y jefe del Departamento de Operaciones y luego se dedicó a ajercer como abogado. Cabe recordar que Miranda fue uno de los abogados que representó a los policías que se acuartelaron en la Jefatura desde el 7 al 21 de agosto de 2013 en reclamo de mejora salarial y condiciones laborales, plena gestión Poggi.
“No soy bien visto dentro de la cúpula policial ni dentro del Gobierno. Cada vez que el Gobierno, a través de sus funcionarios, me puede hacer sentir la represalia por estos actos que he tenido defendiando a la institución policial lo hace. Esta es una de esas”, consideró el ex comisario.