Un año más, La Gaceta pudo estar presente en una nueva edición del Cosquín Rock, ésta vez, para su cumpleaños número 20.

Otra jornada musical maratónica se desplegó en el predio de 9 hectáreas donde se realiza el festival desde el año 2011, ubicado en Santa María de Punilla, Córdoba. La música empezó a sonar temprano, a las 14 horas en la mayoría de los siete escenarios dispuestos en total, por los que desfilaron unas 55.000 personas por día, de acuerdo a lo que el productor José Palazzo indicó sobre la cantidad de entradas contadas en el ingreso.

Como cada año, el festival ha ido creciendo y adaptándose más a las necesidades de los espectadores. La novedad de éste año, fueron dos torres de ocho metros de alto, bajo el sponsor de YPF, que sirvieron de punto de encuentro para miles de fanáticos, y además se encontraban en un sector que contaba con una gran carpa, con espacios públicos para relajarse y descansar un poco, y compartir el día en las redes sociales, por supuesto, ya que también había tomacorrientes con enchufes para cargar los celulares. El predio contó éste año, con la particularidad de una red Wifi gratuita para todos los concurrentes, si bien la misma colapsaba de a ratos, a tal punto de que muchos de los Posnet de cobro de los puestos de comidas y merchandising no funcionaron por un tiempo, lo cierto es que fue un plus que se sabía que iba a haber y que alivió por momentos, la falta de cobertura de señal que se genera por las miles y miles de personas que utilizan sus teléfonos móviles. Otros puestos de sponsors que contaron con cobertura de WiFi fueron los de Quilmes y Coca Cola, entre otros.

En lo que respecta a la música, que es lo más importante del festival, éste año se caracterizó por tener la grilla más diversa de todas, y cumplir mínimamente con la Ley de Cupo Femenino, que determina que el 30% de la grilla de artistas de un festival, debe estar compuesto por mujeres. Las representantes solistas que pisaron fuerte en ésta edición fueron, entre otras, Mon Laferte, Sara Hebe, Hilda Lizarazu, Rosario Ortega, Nathy Pelusso y Cazzu.

Otra característica fuerte que presentó éste año con respecto a lo musical, fue la marcada variedad de géneros musicales que se pudieron escuchar y que atrajo a un público renovado, que convivió con el “público de siempre”. Ya que la gran novedad de ésta edición, sin dudas fue el trap y el rap, el cual contó con la presencia de los jóvenes exponentes argentinos del momento como Ysy A, Neo Pistea, Dukki, Wos, Catriel y Paco Amoroso y la jujeña Cazzu, entre otros.

El plato fuerte del festejo de los 20 años del Cosquín Rock, iba a ser sin duda la presencia de Charly García, la cual lamentablemente terminó siendo la gran figura ausente, ya que el fin de semana anterior al inicio del festival, se anunció su ausencia en el mismo debido a un accidente doméstico en el cuál Charly sufrió una quebradura en su cadera. Sin embargo, desde la producción se intentó solucionar de alguna manera, y con muy poca antelación debido a la urgencia de la situación, se resolvió rendir un homenaje a Charly, con su propia banda la cual ya tenían sus pasajes y hospedajes confirmados: El Aguante and The Prostitution. Fue junto a ellos que los “amigos de Charly”, se subieron al escenario para rendir un pequeño homenaje en vida al gran y querido García.

Fernando Ruiz Díaz, Nito Mestre, Celeste Carballo, Nathy Peluso, Goyo Degano de Bándalos Chinos, Louta, Celeste Carballo, Ciro, Hilda Lizarazu, Los Auténticos Decadentes y León Gieco, fueron los encargados de suplir, tal como dijo Léon, a Charly y darle vida a sus canciones, en el marco de lo que iba a ser la presentación número 9 del emblema del rock nacional argentino en éste festival.

El otro plato principal de ésta edición, fue sin duda alguna el regreso de Divididos, que habían hecho su última participación en el festival, en el año 2005. El sábado 8 a las 19.50, la Aplanadora apareció en el escenario Norte, para deleitar a los miles de fanáticos que los estaban esperando.

Desde “Cajita Musical”, pasando por “El 38”, una emotiva “Amapola de 66”, “Paisano de Hurlingham”, hasta “Ala Delta” y los bises de Sumo con “Crua Chan” y Nextweek” entre otros, fueron algunos de los éxitos con los que familias y distintas generaciones disfrutaron de las casi 2 horas de show que entregó Divididos.

Otro aperitivo picante de ésta edición, fueron los shows acústicos de Molotov. Los cuáles se vivieron ambas noches, en el escenario acústico el cual estaba dispuesto como en una carpa de circo.

Sin dudas, cada año el Cosquín Rock da que hablar, y con algunas cosas que se pueden seguir mejorando siempre desde la organización, es un festival que ha sabido mantenerse vigente y apostar siempre a más, a subir la vara siempre un poco y que no tiene miedo de apostar al movimiento nuevo y joven que se está gestando en la música. Más que Cosquín Rock, es Cosquín Música.