Según informaron desde el Gobierno provincial, San Luis Agua ya está trabajando en la colocación del caño para arreglar el acueducto Río Grande, cuya rotura ha dejado sin agua potable a los barrios del sur de la ciudad de San Luis.
El caño fue adquirido por el Gobierno provincial a una empresa especializada de Mendoza y transportado hasta El Trapiche este lunes. Ya se comenzó con la última etapa del arreglo de la línea que abastece a las plantas potabilizadoras de San Luis, La Punta y Juana Koslay.
De igual manera, se espera que el servicio domiciliario recién tenga la presión para funcionar habitualmente este miércoles.
Mientras tanto, en los barrios del sur de la Capital, vecinos hacen largas colas para conseguir agua a través del alguno de los camiones que ha dispuesto la Municipalidad de San Luis. Sin embargo, el operativo está lejos de ser óptimo. Por ejemplo, hay camiones que tienen bombas y pueden llenar tanques y otros que no. El problema es que cuando llega un camión que tiene bomba y que puede llenar un tanque, es inmediatamente rodeado por grupos de vecinos con baldes, ollas y bidones que reclaman que los atiendan primero.
Otros vecinos han optado, desde ayer por la noche, por directamente ir hasta el río más cercano y cargar allí sus baldes y bidones.
De más está decir que los protocolos de aislamiento no se están cumpliendo. Y tampoco se ve que se haya dispuesto algún tipo de operativo desde el Gobierno o la Municipalidad para ordenar a la gente a la calle. Claramente, la desesperación por este servicio esencial ha superado cualquier temor que alguien pueda tener al coronavirus.